La bella durmiente terminó rodando porno del más sucio para alguna productora alemana, muy lejos del glamour de las estrellas americanas. Desaparecida hoy día, hay quién afirma que acabó sus días en una película snuff… Foto: Google/Thomas Cz
El final de Cenicienta es aún más trágico, si bien fortuito: corrió demasiado para volver a casa a tiempo, tropezó y… no es buena idea bajar escaleras a toda prisa cuando vienes medio borracha de un fiestón. Foto: Google/Thomas Czarnecki
El cazador nunca llegó a tiempo para salvar a Caperucita, que sufrió una emboscada del lobo, poco interesado en los contenidos de la cestita. Por otro lado, mira que ir por el bosque con tacones… Foto: Google/Thomas Czarnecki
Bella descubrió que si a su novio le llaman “La Bestia” no era sólo por su aspecto, sino por su fogosidad en la cama. ¿A quién se le ocurre enamorarse de un jabalí, criatura de Dios? Foto: Google/Thomas Czarnecki
A La Sirenita no tenemos claro que le ha pasado… ¿Quizá se ahogó tras perder la capacidad de respirar bajo el agua? Foto: Google/Thomas Czarnecki
Pocahontas, con su amor por la naturaleza, acabó como otro trofeo más de un cazador americano. Allí se quedará a admirar para siempre a algunos de sus animalitos disecados. No habrá más “colores en el viento” para ella. Foto: Google/Thomas C
El último deseo que pidió Jasmine… fue en verdad su última voluntad. La lámpara no cumplía las medidas de seguridad exigidas por la UE, y el gas que desprendía resultó ser altamente letal. Foto: Google/Thomas Czarnecki
El dulce príncipe de Blancanieves tenía intenciones más turbias y la esperó en un garaje. O quizá fue la bruja, que necesitaba un lugar solitario donde ejecutar su venganza. Foto: Google/Thomas Czarnecki
Es bien sabido que muchos de los relatos popularizados por los dibujos de la Disney eran, en realidad, bastante más siniestros de lo que la productora los presentaba: a Caperucita, por ejemplo, se la comía el lobo y no había leñador que le salvara, y la Bella Durmiente era violada mientras dormía. Es comprensible que, siempre pensando en la taquilla, se optase por dar un final menos truculento a aquellos cuentos de hadas.
Sin embargo, parece que el fotógrafo Thomas Czarnecki ha querido capturar ese pesimismo en esta serie de fotos, donde insinúa cómo las princesitas de los cuentos infantiles terminaron sus andanzas de manera muy turbia. Blancanieves, Ariel o Pocahontas tuvieron destinos muy diferentes a los insinuados en aquellas películas.