¿Cómo vincular la cacería de un tiburón, la preparación de un ceviche con una atípica historia de amor entre un lanchero mexicano y una modelo neoyorquina? Carlos Hagerman nos ofrece un entretenido documental que parte del encuentro multicultural que se da precisamente en el puerto de Acapulco.
Teniendo como columna vertebral la casi legendaria vida de Hilario el Perro Largo Martínez, la historia cuenta cómo un experto buzo, que en la década de los sesenta se convirtió en una de las coloridas figuras del puerto y quien ganó notoriedad por enseñar a bucear a celebridades como los hermanos Kennedy y el mismo Johnny Weissmuller.
Hagerman nos presenta un divertido ejercicio cinematográfico que examina a un grupo de diversos personajes en su hábitat y cuyas relaciones simbolizan las comunidades heterogéneas que se pueden formar en un lugar con las características de Acapulco.
El Perro Largo, mote que posiblemente adquirió por su habilidad en contar historias, también era un donjuán, por lo que la presencia de una bella modelo norteamericana de nombre Robin no pasó desapercibida para Hilario gestándose una relación romántica a prueba de diferencias culturales y de las condiciones alienígenas de los protagonistas.
Vuelve a la vida se construye a partir de amenas conversaciones con familiares y amigos del Perro Largo y de una conmovedora y sincera charla con la misma Robin, hoy madre de tres hijos adultos, producto de su relación con su confidente acapulqueño. Sin embargo, es John Grillo, director de fotografía del documental e hijastro del propio Hilario, quien funge como hilo conductor entre las distintas historias que escuchamos, un norteamericano que llegó a Acapulco en su infancia adoptado por el mismo Perro Largo, quien representó para John un confidente más que un padrastro.
El paisaje que Hagerman nos presenta de Acapulco es totalmente festivo, un lugar mágico que recibe al extranjero que huye de su realidad y que lo acoge con calidez ofreciéndole otra oportunidad. Tengo entendido que Hagerman originalmente pretendía realizar un documental sobre tiburones, sin embargo para nuestra ganancia cambió la temática del mismo cuando descubrió esta serie de entrañables anécdotas. Vuelve a la vida no es otra cosa que una alegoría sobre el espíritu de reconocer y examinar qué posee el ser humano y qué, en algunas ocasiones, converge en un bello escenario como Acapulco.