Aun cuando ha habido un aumento en la conciencia de la población capitalina respecto a los terremotos, en caso de haber uno en la actualidad, podría tener consecuencias fatales debido a los cambios de uso de suelo que las delegaciones autorizan recurrentemente, advirtió Mario Garza, coordinador del diplomado en Protección Civil y Prevención de Desastres de la Universidad Iberoamericana.
Hoy se realiza megasimulacro en el país
“Este tipo de inmuebles genera un alto riesgo. Tan sólo en el Centro Histórico, donde se cayeron inmuebles en el terremoto del ‘85, se han construido edificios más altos y ha aumentado la densidad de población”, dijo.
Añadió que lo más preocupante es que ahora tenemos segundos pisos y en experiencias internacionales de países sísmicos se ha demostrado que estas estructuras siempre colapsan, por lo que, sostuvo, estamos construyendo obras predesastre.
El cambio de uso de suelo genera riesgos, explica, debido a que permite que la población se concentre más en ciertos puntos de la ciudad y que instalaciones destinadas para uso habitacional sean ocupadas como bodegas o lugares para actividades industriales.
“Además, seguimos teniendo una política de emergencia del desastre y no de prevención. Un ejemplo es el presupuesto que se da a Protección Civil: 90% esta destinado al Fondo de Desastres Naturales, y el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales sólo tiene 10%. Es un indicador de que hay mas prioridad a la reacción que a la intervención”, señala.
Dice que los avances en la cultura sísmica entre la población han avanzado, pues de 1% de la población que sabía qué hacer en 1985, ahora ha incrementado a 34%.
Análisis
Fonden es un ejemplo internacional
Después del terremoto del ‘85, el Gobierno de México ha realizado esfuerzos para fortalecer su estrategia de Gestión Integral del Riesgo de Desastres: se creó el Sistema Nacional de Protección Civil en 1986, y en 1999, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Éste ha sido el pilar de una innovadora y sofisticada estrategia de financiamiento del riesgo de desastre desarrollada con el uso de mecanismos de retención y transferencia del riesgo, la cual le ha permitido al país la exitosa emisión y colocación de bonos catastróficos a nivel internacional.
El Fonden es un mecanismo robusto y transparente que ha permitido mejorar los procesos de reconstrucción desde la evaluación de los daños, la asignación de recursos para la reconstrucción, así como la implementación de los mismos.
Oscar A. Ishizawa,
especialista en gestión del riesgo de desastres del Banco Mundial
