Treinta minutos bastan para ensamblar una mochila con amplificador, una batería de 12 voltios, una entrada de micrófono y un sistema electrónico; y por una módica cantidad se puede agregar un lector USB.
De acuerdo a una investigación de Milenio, Arturo Rivera, se dedica a la creación de mochilas con bocinas para los “bocineros” que trabajan en las estaciones del metro.
Los “bocineros” generan ganancias millonarias para los líderes y funcionarios del Sistema de Transporte Colectivo, además de que autoridades han reportado más de 15 mafias que se reparten las 11 líneas del Metro.
El precio de una mochila ronda de los 800 hasta los 2 mil pesos, inversión que recuperan los vendedores en un día de trabajo en los vagones del metro.
En entrevista para Milenio, Rivera se jacta de ser el creador de los “bocineros”. Comenta que en el 2001 una persona quería un amplificador portátil para poder tocar su guitarra, la cual no usara luz; el cliente nunca regresó. Al siguiente año el amplificador lo tenía en mostrador, hasta que llegó un cliente y le pidió un amplificador con disc-man; desde ese momento no dejó de fabricar las mochilas.
A raíz de esa venta no le dejaron de llegar clientes pidiendo mochilas con amplificador, algunas de estas cuentan con mayor potencia de sonido, luces y una batería con duración de hasta 10 horas.
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