La facilidad e inteligencia con la que sus textos pueden atraer a niños, lectores asiduos y amantes de las novelas gráficas y cómics es uno de los aspectos que han colocado al escritor británico en un lugar especial de los libreros de muchos. Familiar con el género fantástico, sus novelas han obtenido varios laureles y su trabajo ha llegado a la pantalla grande y chica en varias ocasiones; a pesar de ello, el autor de American gods y The Sandman aseguró que sigue en el camino de convertirse en un buen escritor.
Con motivo de la publicación del segundo volumen de la novela gráfica El libro o del cementerio a México, bajo el sello editorial de Penguin Random House, Gaiman charló con Publimetro sobre el trabajo detrás de esta obra, en la cual colaboró junto al artista Craig Rusell.
La dupla Gaiman-Rusell incluye otras celebradas obras como Coraline –la cual fue adaptada al cine por el director Henry Selick en 2009–, Murder mysteries y The Sandman: fábulas y reflejos. Gaiman se declaró fanático del trabajo de Rusell desde que era joven. “Confío en él; tal vez hay algunos paneles donde le digo que cambie ciertas cosas, pero no mucho; no es porque sea flojo, sino porque él es muy bueno”, comentó Gaiman asegurando que probablemente el trabajo de Rusell en otra adaptación de El libro de la selva –obra en la que está ampliamente inspirado este trabajo– pudo ser un recurso creativo del ilustrador.
La idea de escribir El libro del cementerio nació, relató Gaiman, en 1985, “mientras miraba a mi hijo jugando con su bicicleta en el cementerio afuera de nuestra casa y pensé: ‘ahí hay un libro’”. Sin embargo, en ese punto, hace 30 años, Gaiman no se consideraba tan buen escritor para contar dicha historia. “Pasaron 20 años para que pudiera empezar a escribirlo. Para mí las historias son como aviones; yo sólo soy como un controlador de tráfico aéreo que debe esperar y ver cuando debe llegar el avión”.
Como todo creador, Gaiman considera muy difícil elegir un personaje entre su amplio repertorio como el que más haya disfrutado escribir o le haya enseñado más. “Es como decidir cuál parte del cuerpo me gustaría que me cortaran. Aunque, probablemente Morpheus (The Sandman) es el más importante”, confesó.
La habilidad de Gaiman de contar historias ha resultado no sólo un éxito editorial. con American gods y Lucifer perfilándose para llegar pronto a la televisión, Gaiman aseguró que lo mejor de ver sus obras en otros medios es “poder reírte de tu propio chiste”, y aunque se acerca para aportar ideas y asesoría, sabe que sus historias han pasado a otras manos. “Si escribo el guión, entonces es mío. Pero si hay alguien más, no; cuando John Cameron Mitchell de acercó para realizar el filme de How to talk to girls at parties –por estrenarse para 2016, y con Ruth Wilson, Nicole Kidman y Elle Fanning en el elenco–, recibí el guión y ofrecí mi ayuda y recomendaciones, pero sigue siendo la historia de John Cameron Mitchell”, explicó.
Considerado uno de los autores británicos más influyente, el escritor comparte con otras figuras como Alan Moore el crédito de revivir y hacer brillar personajes de la novela gráfica. Entre ellos, está Miracleman, un cómic que ahora forma parte de la biblioteca de Marvel Comics y que recientemente relanzó su publicación contínua. “Es un poco extraño; lo más raro es la idea de que habrá 22 años entre una página y la otra”, compartió sobre el cómics que retomará el arco de Golden age.
Este personaje ficiticio en un mundo utópico no es su único acercamiento a los superhéroes. Gaiman ha sido la pluma de personajes como Batman, así como las versiones isabelinas de Nick Fury, los X-Men, Cuatro fantásticos y Spider-Man en Marvel 1602. En medio de un auge cinematográfico de los héroes de la historietas, Gaiman comentó: “Me gusta el hecho de que ahora los efectos especiales son lo suficientemente baratos y los cómics obviamente se adaptan a la pantalla. Pero también es interesante que a películas como Los Cuatro Fantásticos les vaya mal, porque no por poner un superhéroe en la pantalla significa que a todos le va a gustar. Debes hacerlo bien y se trata de ver qué es lo que hace que la gente ame el cómic en primer lugar”, a lo que agregó que pareciera que el mundo del cine de superhéroes se han convertido en la Federación de Lucha. “En cualquier momento un héroe encuentra a otro y pelearán, luego se volverán amigos y se unirán para luchar juntos”, bromeó.
A pesar de ser un autor celebrado en la ficción para lectores adultos y niños, Gaiman aseguró que suele concentrarse en la próxima historia que debe contar, más que en cómo recibirán su obra. “Sólo me gusta escribir. Puede ser buena para niños pequeños o tal vez para críticos del New York Times; no me preocupo por eso”.
Con una carrera de más tres décadas, Gaiman opina que las nuevas formas que los creadores han encontrado para proyectar sus creaciones es fascinante. “La naturaleza de la humanidad siempre es explorar con la herramientas que tiene para crear historias”. En ese sentido, su propia naturaleza, compartió el autor, es seguir creciendo para “aspirar” a ser un buen autor. “Si continúo trabajando, si sigo escribiendo cosas diferentes y nuevas me volveré mejor. Siento que el El libro del cementerio y El océano al final del camino me acercaron un poco; quisiera llegar a ser un buen escritor y creo que llegaré ahí algún día”.
El libro del cementerio
La novela gráfica de terrorr fantástico está inspirada en el clásico infantil El libro de la selva, de Rudyard Kipling. Se divide en dos tomos. El primero relata cómo los padres de Nadie Owens (Mowgli), son asesinados por una misteriosa persona a la que llaman Hombre Jack (Sheer Khan). El niño logra escapar y se refugia en el cementerio donde es criado por los espectros que habitan ahí. Un fantasma similar a un vampiro hace el papel de Baloo y una licántropa el de Bagheera. El segundo tomo continúa las aventuras del chico que quiere abandonar el cementerio para ir al colegio de los vivos, bajo el acecho del Hombre Jack.