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“No operarme hubiera sido una negligencia de mi parte”: Liliana Ibáñez

La nadadora guanajuatense sacrificó los Juegos Panamericanos para corregir una lesión y así seguir teniendo los Juegos Olímpicos en la mira

Liliana Ibáñez es la nadadora más rápida de México; sin embargo, no asistirá a los Juegos Panamericanos pese a tener una gran actuación en los Juegos Centroamericanos de 2018, en los que ganó nueve medallas en las nueve pruebas en las que participó. Esto se debe a una lesión en el hombro por la que se tuvo que someter a una operación sacrificando la competencia, pero dejando abierta la posibilidad de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

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2018 fue un gran año para ti, ganaste nueve medallas en los Centroamericanos, ¿cómo conseguiste este logro?
— Fue una competencia muy larga y muy estresante. Fueron bastantes pruebas, nadé 18 veces. Tuve que estar muy metida y al final, el último día, me acuerdo que ya estaba muy cansada, pero como los 50 metros libres eran mi prueba favorita, entonces lo disfruté demasiado, creo que son los 50 libres que más he disfrutado en la vida, era la última prueba individual. Sólo fueron seis días, pero para mí fue como un mes. Era eliminatorio y final, debía estar enfocada en cada prueba y a veces más de una prueba por día. Fue un reto mental y físico y en el último relevo, me acuerdo, fue muy difícil pero lo sacamos adelante.

En 2018 te convertiste en la nadadora mexicana más rápida, ¿qué significa esto?
— En noviembre creo que fue de las competencias más padres de mi vida, pero esos 100 libres se quedarán siempre en mi mente por el tipo de competencia, por las rivales que tenía y porque le bajé 1.2 segundos a la mejor marca que tenía yo. Estaba muy feliz al ver el tiempo, es de esas veces que no te fijas tanto en qué lugar, sólo dices que no pudiste hacerlo mejor.

¿Cuál fue tu sentir por no haber ganado el Premio Nacional de Deportes 2018?
— Ese tipo de reconocimientos son más de apreciación y la niña que lo ganó (Alegna González) también tuvo sus logros, al final de cuentas son cosas que no están bajo tu poder. En ese año tuve varios reconocimientos muy padres, no pensé tanto en que no gané, sino en todo lo que tuve. Disfruto mucho cuando te reconocen, pero no tienes que forzarlo. Personalmente estaba muy contenta por lo que había hecho, por lo que realmente no lo pensé tanto que no lo había ganado.

¿Te costó trabajo decidir operarte del hombro y sacrificar los Juegos Panamericanos?
— Obviamente me costó trabajo, estaba en negación y me cuestionaba por qué me está pasando esto. ‘No me quiero operar y quiero seguir con el plan que tenía’, pero cuando lo analizas, ves las cuestiones médicas y escuchas a los técnicos y tienes toda la información posible, no era tanto de una decisión. No operarme hubiera sido casi una negligencia de mi parte porque hubiera puesto en riesgo mi participación en Tokio por querer ir a los Panamericanos y querer seguir con el plan. Tuve que aceptar la situación y entender cómo estaba mi hombro, que estaba casi destruido, lo tuvieron que pegar y anclar. Seguir así era muy difícil. Tuve meses muy difíciles, en enero y febrero, era demasiado dolor. Incluso paré de entrenar algunas semanas y seguir un año y medio sin saber si así iba a llegar a Tokio el hombro por más dolor que soportara, hubiera sido una irresponsabilidad de mi parte.

¿Cuándo estarás recuperada?
— Voy paso a paso, hay días buenos y hay malos. Es un proceso con mucha paciencia. Hay días en los que siento que ya me puedo meter a la alberca y otros en los que no me puedo parar del dolor. Es la evolución de una recuperación de operación. Creo que vamos con el reloj justo a tiempo. Todo será muy progresivo, nada que arriesgue la operación, el que esto vaya a tardar más de lo que debe.

¿Cuál es el plan para llegar a Tokio 2020?
— En cuanto a mí me digan que puedo entrenar pisaré el acelerador, pero el doctor me está cuidando. Para asistir a Tokio tengo que dar la marca de la FINA en los 50 y 100 metros que son 24:77 y 54:26. Entonces tengo que ir a una competencia avalada por la FINA a intentar darla. Ya que empiece a entrenar y que vea que estoy en forma, veremos el calendario.

¿Qué esperas de que Ana Gabriela Guevara –una ex atleta– esté al frente de la Conade? ¿Crees que recibirán un mejor apoyo?
— No lo vamos a tener, ya lo estamos teniendo. En el tiempo que lleva ya ha hecho un cambio en la mentalidad, ya se ve un espíritu renovado en toda la Conade. En mi caso no hubieramos sabido realmente lo que tenía mi hombro y lo grave que era si la Conade no me hubiera hecho los estudios que me tenía que hacer. Creo que me rescataron las olimpiadas y así pequeños detalles con cada atleta sé que van a marcar una diferencia. Están tratando de crear un sistema para México, para el deporte, envolviendo el alto rendimiento, la cultura física y los juveniles muy conscientes. En mí ya causaron un súper impacto que buscaré seguir aprovechando en mi carrera.

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