Las mascotas son un elemento esencial en cada justa deportiva y los Juegos Panamericanos de Lima no podían quedarse sin la suya.
La organización de los juegos en Perú eligió a Milco, inspirada en una escultura de la región llamada Cuchimilco.
Toronto 2015 fue representado por un puerco espín de nombre Pachi, que significa aplausos en japonés. Además sus 41 espinas representaron los 41 países participantes en los Juegos.
En Guadalajara 2011 fueron tres los personajes elegidos como mascotas: Gavo, un agave de color azul, planta representativa de Guadalahara; Huichi, un ciervo que representaba la parte sur del estado y Leo, que representaba la fuerza de Guadalajara.
En Río de Janeiro 2007 la mascota fue el sol “Caue” que hacía honor a la frase “El sol sale para todos”, uno de los lemas de aquellos juegos.
En Santo Domingo 2003 los dominicanos eligieron como mascota a un manatí de nombre “Tito” como un compromiso con la ecología ya que ese animal estaba en peligro de extinción.
En Winnipeg 1999 Lorita y Pato fueron las mascotas elegidas para la competencia, una especie de aves abundantes en Canadá.
Para Mar de Plata 1995 un león marino de nombre Lobi causó sensación en los juegos. Esa especia es un habitante tradicional de esa región.
Uno de las machotas más ingeniosas fue Tocopan, nombre que se le dio al ave que los representó. Una combinación de “tocororo” (ave nacional de Cuba) con Panamericanos.
Un papagayo engalanó los juegos de Indianápolis 1987 por ser un ave típica en América, lo llaman o “Amigo”.
En Caracas 1983, se utilizó a un león llamado Santiaguito en honor al fundador de la región Santiago de León.
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