El posible traslado de Renato Ibarra al Reclusorio Norte es el siguiente paso en el proceso que sigue el futbolista del Club América por la presunta agresión a su pareja, Lucely Chalá, quien se mantiene en observación en un hospital al sur de la Ciudad de México.
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No quiere decir que el jugador americanista ya haya sido declarado culpable y tenga que cumplir una sentencia, es más, ni siquiera tendría que pasar la noche en el reclusorio. Al seguir con el proceso, se tendrán que presentar las pruebas al juez de control, quien determinará la gravedad de las lesiones. Todavía en este punto, ambas partes pueden llegar a un arreglo. Es decir, Renato Ibarra no estará preso, pero seguiría con el litigio conforme a las condiciones que se le impongan.
«En el caso de delitos menores, se pueden aplicar salidas alternas que permitan encontrar una solución al conflicto sin llegar a juicio, y que ayudarán a terminar el proceso en menor tiempo. Las salidas alternas de solución de conflictos sirven para que el imputado acepte su culpa y repare el daño ocasionado a la víctima», se puede leer en la explicación del Gobierno de la República a la pregunta de cómo funciona el nuevo Sistema Legal de Justicia Penal.
De igual manera, EL UNIVERSAL Deportes ha tenido acceso a información del estado de salud de la pareja de Ibarra. El médico encargado de atender a Lucely Chalá en el hospital Ángeles del Pedregal, aseguró a los familiares de ésta que se encuentra fuera de peligro. Ahora solamente se espera que salga del hospital para también seguir con el proceso.
Personas cercanas a la pareja aseguran que la intención de Renato Ibarra es presentarse lo más pronto posible ante el juez para llegar al acuerdo que le permita seguir el proceso en libertad provisional.