El Tour de Francia da por hecho que no podrá celebrarse en las fechas previstas, del 27 de junio al 19 de julio, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, descartara toda manifestación de masas hasta mediados de julio a causa de la pandemia de COVID-19.
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Los organizadores de la carrera buscan ahora una tabla de salvación para poder celebrar en otras fechas una carrera que, aseguran a Efe, «supone un elemento clave para el ciclismo mundial».
Por vez primera, tras escuchar este lunes en un discurso televisivo a Macron descartar eventos de masas hasta primeros de julio, el Tour asumió que no puede mantenerse en las fechas iniciales. Aunque hasta ahora se mantenía oficialmente que no habría retraso, se había comenzado desde hace semanas a trabajar en la búsqueda de nuevas fechas, con la vista puesta en el mes de agosto.
AGOSTO
Ahora, esa hipótesis se ha acelerado. Los contactos con la Unión Ciclista Internacional (UCI), con las asociaciones de corredores y de equipos y con los organizadores de otras carreras se han intensificado para encontrar un hueco que permita salvar el Tour.
Desde hace semanas, el director del Tour, Christian Prudhomme, viene sondeando a los alcaldes de las ciudades por las que pasa la carrera sobre un eventual retraso. Las respuestas han sido unánimemente favorables.
También hay «contactos perpetuos» con la UCI en busca de un calendario armonizado, con la convicción de que todos los sectores del ciclismo quieren dejar un hueco al Tour, una carrera que genera buena parte de los ingresos de los equipos.
LA VUELTA A ESPAÑA DEJA SU LUGAR
El director de la Vuelta a España, Javier Guillén, aseguró a Radio Francia Internacional (RFI) que están dispuestos a adaptarse al nuevo calendario.
«Que se haga el Tour es lo más beneficioso que nos puede pasar a todos», aseguró el director de la ronda española. «Tan importante para la Vuelta es la Vuelta, como para el ciclismo es el Tour».
Guillén, que pertenece a la misma empresa organizadora del Tour, propietaria también de la Vuelta, aseguró que su carrera «siempre va a estar apoyando y ayudando a la que es la carrera y el evento deportivo más importante del mundo».
En el Tour tienen la sensación de que todo el mundo del ciclismo respalda la búsqueda de una tabla de salvación, que sería importante para los organizadores, pero también para el deporte de los pedales.