Adrián Jurado Espino, de 23 años, llegó el domingo a Ciudad de México junto a su padre, mientras se prepara para ser sometido a una cirugía para extirparle un tumor de 4.8kg del lado derecho de su rostro.
A pesar de habérsele realizado 13 operaciones previas, el tumor siempre ha regresado a su lugar. Sin embargo, desde que se ha convertido en adulto los médicos tienen esperanzas de que el crecimiento cese ya que el desarrollo físico de Adrián casi ha parado por completo.
La enfermedad que padece Adrián, llamada displasia fibrosa poliostótica, se manifestó por primera vez cuando tenía solo seis años. Aunque vive con un constante dolor debido a que la presión ejercida por el tumor cierra su ojo derecho y su garganta, Adrián se muestra optimista.
“Esperemos que logren quitarlo todo y, por supuesto, espero que lleven a cabo la cirugía reconstructiva en el futuro”, dijo.
Adrián disfruta de una vida relativamente normal con sus amigos y familiares, estudia ingeniería en su localidad, Chihuahua, y trabaja en la construcción con su padre, pero se muestra irritado por la gente que constantemente le hace preguntas sobre su aspecto.
