Las protestas pidiendo por la renuncia del presidente hondureño Juan Orlando Hernández se tornaron violentas el jueves cuando la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a cientos de manifestantes en la capital, Tegucigalpa.
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Los manifestantes bloquearon las carreteras con llantas quemadas y rompieron ventanas en los negocios del centro de la ciudad. Algunas tiendas fueron incendiadas.
Los disturbios se producen tras la condena del hermano menor de Hernández por narcotráfico en Nueva York, tras un juicio en el que testigos implicaron al propio presidente Hernandez.
No es posible que Honduras tenga un jefe de Estado como Juan Orlando Hernández dirigiendo el país cuando ha estado claramente vinculado al narcotráfico«.
El presidente ha negado rotundamente las acusaciones, que incluían a narcotraficantes que testificaron que dieron $1.5 millones a las diversas campañas políticas de Hernández a cambio de protección de las fuerzas de seguridad.
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Los manifestantes an prometido desobediencia civil hasta que Hernández se vaya y amenazan con una huelga nacional, pero no aun han fijado una fecha.
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