La producción del mezcal peligra. Considerada una bebida ancestral, el consumo de este producto artesanal se ha detonado en los últimos cinco años en todo el país, situación que puso en peligro a los agaves endémicos que se concentran especialmente en Oaxaca –principal productor de mezcal– por lo que temen su extinción.
Empresarios y cadenas comerciales han apretado a los mezcaleros de esta entidad para incrementar la producción de botellas; sin embargo, los productores afirman que, de continuar con este ritmo, los magueyes existentes desaparecerán por completo.
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Testimonitos obtenidos por Publimetro además acusan que existe un exceso de impuestos a este destilado, se sobreexplota el agave sin medir las consecuencias y son nulos los apoyos al campo mexicano.
Maestros mezcaleros del estado alertan que la alta demanda ha provocado una disminución importante de especies silvestres en la zona, pues no se reforesta y el precio al que se vende no genera los recursos para aplicar medidas de mitigación.
Por si fuera poco, 53% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) más el 16% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) ha castigado severamente a las familias que generan destilados de alta calidad.
En entrevista con el diputado federal de Morena, Azael Chepi, aseguró que el auge de esta industria local tiene dos vertientes: su ‘boom’ ha generado una derrama económica de millones de pesos pero, por otro lado, los campesinos siguen sin ver las ganancias económicas del crecimiento económico.
“En el pasado se despreciaba mucho el mezcal; sin embargo, en estos años se comenzó a reconocer más. En Oaxaca es cultura esta bebida, sirve para armonizar con comunidades, para generar acuerdos, convenios, socializar en pueblos, cerrar compromisos entre familias y protegernos”, sostuvo Chepi.
El legislador federal señaló que los campesinos no cuentan con las herramientas para procesar el mezcal, por ello la mayor parte de las ganancias se quedan en las empresas y comercializadores que compran este producto a un precio muy bajo de lo que lo ofertan.
“Sin duda alguna existe una sobredemanda del maguey, hay personas de otros estados e incluso empresarios extranjeros que van y compran grandes hectáreas de maguey; son focos amarillos; vamos a trabajar en una ley para que no se permita esta práctica”, aseveró.
Reforestación a medias
Este diario realizó un recorrido sobre el Palenque Macurichos, en la localidad de Santiago Matatlán, donde la familia encargada de este lugar confirmó presiones por empresarios para incrementar la producción de botellas de mezcal en el último lustro.
Sin embargo, los dueños afirman que no tienen el interés de potenciar la comercialización de botellas, la cual asciende hasta mil 500 botellas de mezcal producidas al mes, ya que, precisan, el recurso que tienen de magueyes es limitado.
“No es el no por el no, debemos entender que el mezcal es una bebida ancestral y que, si no la cuidamos, en algún momento se nos acabará. Nosotros cuidamos mucho el destilado, el cual requiere cierto tiempo, por ello nuestra apuesta es producir responsablemente”, señaló Gonzalo, empresario y maestro mezcalero.
El Consejo Regulador del Mezcal (CRM), reveló que el nuevo impuesto que se buscó aplicar al mezcal en 2019 pudo haber afectado a más de mil 800 asociados y a más de 100 mil personas que trabajan directa e indirectamente en la producción del mezcal.
Denise Chagoya, tesorera de Canaimez, A.C. y agavera de la zona de Tlacolula, dijo que el tiempo de maduración de un agave silvestre es de ocho años como mínimo, por lo que llamó a cuidar este recurso natural. También refirió que los impuestos y burocracia, son algunas de las trabas más comunes que se enfrentan para comercializar el destilado.
“Los consumidores actuales no entienden la complejidad de una bebida que tiene tanta tradición y cultura como es el mezcal. Por eso y más debemos cuidarlo“, precisó.
Entrevista
- Alejandra García Morlán, Diputada federal del PAN y secretaria de la Comisión de Turismo y Seguridad Pública
¿Qué tan beneficioso ha sido para los mezcaleros este ‘boom’ que ha tenido la bebida?
— Como oaxaqueña vemos con buenos ojos este crecimiento, ya que es parte de nuestra cultura. El impulso que ha dado el gobierno creo que ha sido correcto, pero es un tema complicado porque en los últimos años el incremento de la demanda ha sido benéfico para muchos, menos para los maestros mezcaleros.
En este momento existen muchas comercializadoras que van por el producto y lo venden al precio que les convenga debido a que no existe una regulación como tal sobre mínimos y máximos, vemos más de 50 nombres comerciales.
El IEPS castiga muchísimo al mezcal por su contenido alcohólico, por eso sus productores están mirando a un mercado de exportación ya que no ven los beneficios. Al final son ellos los que se encargan de la producción y cuidado de los agaves.
¿Qué opinas sobre las versiones de que no hay una reforestación adecuada y una sobredemanda?
— Oaxaca es el estado con más diversificación de tipos de agaves, por ello estamos solicitando que la denominación se cuide por las autoridades, ya que se corre el riesgo de se siga sobreexplotando el agave y el producto.
No se está mirando la producción de sustentabilidad ya que de lo contrario se tiene el riesgo de que la producción se pare en un momento determinado.
La producción no da para volúmenes grandes por el proceso artesanal con el cual se elabora. Ya tenemos mezcal industrializado en donde cambiaron el uso de ciertas maquinarias; sin embargo, los amantes del mezcal nos seguimos inclinando por el proceso artesanal.
¿Qué dices sobre los estados que buscan hacerse de la denominación de origen mezcalera?
— Es preocupante, el auge y boom del mezcal ha sido por todos estos esfuerzos de promoción como estado y autoridad. Me ha tocado probar otros mezcales y son completamente diferentes, por ello se debe cuidar muchísimo a quién se le da este tipo de denominaciones.
De aprobarse esta medida, nos impactaría de forma inminente, a nosotros nos ha servido para potenciar el turismo nacional y extranjero por la oferta gastronómica y de bebidas, de ahí el respeto a nuestros productores. Nos parece una competencia desleal.
¿Sobre la reforestación?
—El reto es la capacitación para los maestros mezcaleros y productores. Se tiene que explorar el mercado internacional, es una oportunidad enorme, con todo este auge y la sustentabilidad podría detonarse por ahí.
Quienes finalmente se quedan con las ganancias son las grandes empresas; es una industria con claro-oscuros muy marcados. Tiene que haber un compromiso mucho más grande, porque finalmente se trata de que ganen ellos.