En México ser un adulto mayor es un factor de riesgo para convertirse en víctima de fraudes, robos y despojos, donde miembros de la familia, personas que se contratan para su cuidado y desconocidos que los contactan en las redes sociales, son los principales victimarios.
Un estudio elaborado por del Colegio Jurista reportó que los crímenes financieros contra los adultos mayores se dispararon 300%, durante la última década, cifra que refleja la gravedad del problema.
“Hace 10 años, en 2002 –apunta el documento– se registraron 640 casos relacionados con fraudes y delitos financieros contra hombres y mujeres mayores de 60 años, por un monto de 215 millones de pesos”.
En la actualidad, precisó, se registraron 2 mil 560 ilícitos, cuyo monto supera 600 millones de pesos, aunque –de acuerdo a las estadísticas oficiales– sólo se denuncia ante el Ministerio Público uno de cada 10 ilícitos.
Jorge Manrique, rector del Colegio Jurista, explicó que esta tendencia obedece a que los ancianos son un grupo poblacional vulnerable, que engrosa, cada vez más, la pirámide poblacional, con una cifra actual de 10 millones de personas que cuentan con 60 años o más.
“Además del robo a transeúntes, casas habitación y automóviles en los que las víctimas son adultos mayores, captamos un notable incremento de fraudes a este sector poblacional al grado de rebasar al 300% respecto a los que existían en 2002”, precisó.
Explicó que las personas jóvenes son los principales defraudadores de ancianos, ya que se ha comprobado que “mientras más desciende la edad de los victimarios, aumenta la edad de las víctimas”, lo cual está relacionado al entorno de vulnerabilidad de estos últimos.
Lo más común
Entre los fraudes más usuales contra los adultos mayores se encuentran “ganchos” o “espejismos” como:
• Internet. Compras a través de la Web y servicios de pago en línea. Los estafadores toman el dinero mediante subastas arregladas, mercancía fantasma, gastos de envío excesivos, tarifas y comisiones improcedentes por uso de tarjetas, cheques o servicios telefónicos.
• Promesas de amor. El delincuente hace amistad con un adulto mayor, simula que lo cuida e, incluso, expresa interés en sostener una relación amorosa o contraer matrimonio con su víctima, para tener acceso a sus cuentas bancarias o su patrimonio.
• Estafas de caridad. Los defraudadores se hacen pasar por representantes de instituciones de caridad, pero en realidad recolectan dinero sólo para ellos.
• Correo y carta del extranjero. El ilícito se promueve mediante un mensaje escrito o e-mail de un Gobierno extranjero, de un “oficial de otro país” o de una “viuda”, que solicita su ayuda para sacar dinero del país, con lo cual los criminales obtienen dinero e información de una cuenta personal.
• Fraude del cuidador. “Cuidadores” es un término amplio que incluye a parientes, amigos o cualquier persona contratada para asistir a la persona. Desafortunadamente, el fraude, robo y manipulación de los cuidadores se hace cada vez más común.
Alerta
El Colegio Jurista explicó que los defraudadores actúan de la siguiente manera:
• Soledad. Aíslan al adulto mayor de su familia, amigos o vecinos.
• Falsedad. Parece interesado en los asuntos financieros del adulto mayor.
• Préstamos. “Recibe” o “le prestan” objetos valiosos con o sin el consentimiento de éste.
• Sustitución. Hace retiros en nombre del adulto mayor, utiliza su tarjeta de crédito o extiende cheques, sin la anuencia y/o permiso del titular.
• Fraude. Agrega su nombre en las cuentas bancarias; se vuelve beneficiario del testamento y se convierte en “representante financiero”.
• Mentiras. Afirma tener un problema serio y pide al adulto mayor una gran cantidad de dinero.
Tips
1 No proporcionar sus datos bancarios o personales a desconocidos.
2 Antes de invertir su dinero, asesorarse y consultar a familiares o amigos de mucha confianza. En su caso, investigar si se trata de una empresa formal, si el agente de ventas tiene licencia o pertenece a un grupo financiero.
3 Nunca responder a llamadas, correos electrónicos, ofertas o anuncios publicitarios, que prometen ganancias “maravillosas” o dinero fácil.
4 Desconfiar de quienes pretendan relacionarse personalmente mediante ofertas de realizar sus compras, llevarlo al médico o simplemente acompañarlo.