La venta de seguros vía telefónica se ha convertido en una trampa para los servicios financieros, cuyo principal gancho es la promesa de premios, la supuesta cancelación de comisiones o cargos en la tarjeta de crédito y el bombardero de datos confusos o irreales.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) informó que se han detectado al menos cuatro tipos de anzuelos, los cuales pueden costarte desde 55 hasta 180 pesos mensuales, en promedio.
Las trampas más comunes:
1. Los promotores se comunican contigo y te ofrecen no pagar la anualidad de tu tarjeta de crédito, si aceptas contratar un seguro por tres meses, el cual –te aseguran– se puede cancelar en el momento que desees.
En realidad, darlo de baja es una misión casi imposible, además de que te siguen cobrando la anualidad de la tarjeta.
2. Te dicen que por sorteo tu plástico bancario salió premiado y ganaste una póliza completamente gratis. Solicitan tus datos para enviarte la información del seguro, lo cual es tomado como un “si, acepto” el producto, para hacerte los cargos correspondientes en los estados de cuenta próximos.
3. Se comunican contigo y dicen que por un sólo pago te otorgarán un seguro, pero lo que hacen –en realidad– es cargarte cada mes, sin falta, la prima correspondiente.
4. Ofrecer la contratación del producto a través de los cajeros automáticos, aprovechándose de las prisas o distracción del cliente. Mientras consultas o haces retiros, en la pantalla te aparece la opción de contratar un seguro y, sin querer, aprietas el botón equivocado y le das aceptar.
De forma inmediata hacen el cargo a tu cuenta o tarjeta de crédito para cubrir la mensualidad del seguro.
¿Qué puedo hacer, si caí en la trampa?
Si identificas en tu estado de cuenta algún cargo relacionado con un seguro que no contrataste o que no fue cancelado oportunamente, la autoridad te sugiere:
• Ponerte en contacto con la institución que te dio la tarjeta (débito o crédito) y solicita la cancelación de la póliza, así como la bonificación de los cargos que te hayan hecho.
• En caso de que no resuelvan favorablemente tu petición, acércate a la Condusef para presentar tu queja, acompañado de:
– Copia de una identificación oficial.
– Copia del estado de cuenta donde se refleje el cargo no reconocido.
– Un escrito donde relates los hechos, con la fecha en que solicitaste a la institución financiera la cancelación del seguro, el motivo por el que deseas hacerlo, la respuesta que recibiste y tus datos personales (nombre y domicilio).
¿En qué debo fijarme para no ser engañado?
De acuerdo al Protocolo comercial para venta de seguros a través de telemercadeo y red de sucursales bancarias, celebrado entre la Asociación de Bancos de México (ABM) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), los operadores deben cumplir –al venderte un seguro– con las siguientes reglas:
1. Dar su nombre completo y razón social de la compañía para la que trabajan.
2. Aclarar, desde el principio, que se trata de una venta, no de un regalo.
3. Evitar engañarte o condicionar la operación a la compra de otro instrumento financiero.
4. Describir el nombre del seguro, los riesgos que cubre y las exclusiones (casos en que no pagaría la aseguradora).
5. Decir cuánto te va a costar al año y las formas de pago disponibles.
6. Informar el número de póliza o folio que formaliza el contrato.
7. Proporcionar los números a los que deberás llamar en caso de ocurrir un siniestro.
8. Avisar de qué forma se te harán llegar la póliza y las formas de validar sus beneficios.
9. Especificar el procedimiento de cancelación del seguro.
Si no te proporcionan dicha información, pídela; en caso de que no la tengan o te den pretextos, desconfía de inmediato y por ningún motivo proporciones los datos de tu tarjeta de crédito o débito. Compra el seguro sólo si lo necesitas.