Comprar un seguro de casa habitación es letra muerta para más de 95% de la familias de nuestro país, quienes se encomiendan a la buena de Dios, cuando se trata de enfrentar los posibles daños de un sismo, incendio e inundación.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportó que apenas 4.5% de las viviendas están preparadas –con alguna cobertura– para enfrentar dichos siniestros, olvidando que se trata el patrimonio principal o más importante para garantizar la vida y desarrollo de sus seres queridos.
Para dimensionar el tamaño de tal “catástrofe”, Octavio Novelo, director del sitio casachilanga.com.mx, explicó que la descompostura de un aparato electrónico cuesta entre ocho mil y 15 mil pesos, un percance automovilístico, entre ocho mil y 100 mil por concepto del deducible o la perdida total, pero quedarte sin vivienda significa una merma de 500 mil a dos millones de pesos, en promedio.
“Así o más contundente… cuando el problema se puede prevenir con el pago de dos mil a cuatro mil pesos anuales, por una póliza que cubre desde incendios, daños estructurales, pérdida de contenidos, robos, sismos e inundaciones.
Razones de peso
Si aún no estás convencido de la importancia de hacer un esfuerzo, ahorrar e incluir en tu presupuesto anual la compra de dicho seguro , Octavio Novelo, te ofrece cinco razones para cambiar de opinión:
1. Una póliza de vivienda cuesta entre 60 y 80% de lo que pagas por la cobertura de tu auto, pero te ofrece un respaldo financiero 10 ó 15 veces superior al que obtienes ante un percance automovilístico.
2. Protege tu patrimonio con coberturas que oscilan entre 22 mil y hasta 1.5 millones de pesos, que puedes utilizar en caso de robo de contenidos, inundaciones, incendios, daños estructurales, sismos o accidentes.
3. En caso de un siniestro, es posible recuperar la mayor parte de los perdido, desde mobiliario hasta un techo seguro por los siguientes 20 ó 30 años.
4. Puedes ajustar el costo, el pago de primas y coberturas a tus necesidades de protección, dinero disponible y tipo de riesgo que enfrentas en tu ciudad o localidad. Sólo debes acercarte a una aseguradora formal, comparar costos y beneficios y tomar el producto que más te convenga.
Si vives en una zona sísmica pregunta por los daños estructurales o pérdida total en caso de un movimiento telúrico, pero si te ubicas en una zona cercana al mar, ríos o problemas de inundaciones recurrentes, elige una póliza con tales coberturas.
5. Tu tranquilidad no tiene precio. Por encima de cualquier argumento financiero o económico, vivir sin sobresaltos o el temor a perder tu patrimonio es un derecho para ti y tus seres queridos.
Tips y más tips
¿En qué me debo fijar al contratar un seguro? la AMIS responde:
• Verifica la póliza cubra los riesgos que más te convienen, como los antes mencionados.
• Lee el contrato y checa las exclusiones, cláusulas y formas de validar los beneficios que te ofrece la aseguradora.
• Checa que el monto asegurado corresponda al valor total de la casa, incluido su contenido y no sólo al pago de la hipoteca, si es que aún estás pagando un crédito.
• Compara precios, servicios legales, monto del deducible, productos financieros adicionales, comisiones, formas de pago y penalizaciones.
• Asegúrate de que tus datos personales e información general contenida en el contrato sean correctos y correspondan al costo pactado.
• Declara la verdad e informa sobre la situación real de la vivienda, los materiales de construcción, niveles y uso que le das. Esto evitará caer en controversias que impidan el pago correspondiente de los beneficios, en caso de un siniestro.
• Has un inventario de todo lo que estás asegurando, toma fotografías e incluye un video, lo cual te ayudará a realizar una eventual reclamación.
• Resguarda los documentos importantes: póliza, escrituras, comprobantes de pago y recibos de impuestos. Saca varias copias y guárdalas en lugares accesibles.