Esta muy mexicana expresión hace alusión a una persona que es seria e introvertida, que da la impresión de ser inocente, pero que, en realidad, es amante de las bromas y las travesuras. Eso parece ser el juego de la italiana Fiat ahora que las aguas están revueltas en la industria automotriz mundial. No debemos olvidar que hace escasamente un lustro, Fiat estaba siendo distribuida por General Motors y, al parecer, a alguien se le olvidó leer las letras chiquitas del contrato y al romper GM con los italianos, tuvieron que darles una compensación superior a los dos mil millones de dólares, situación que ayudó enormemente a Fiat a superar una crisis que la estaba llevando a la bancarrota. A partir de ese momento y como si hubieran agarrado un segundo aire, los italianos comenzaron una reingeniería global y su estrategia fue enfocarse a mercados emergentes, en vez de pelear pequeñas participaciones en los mercados grandes. Hoy Fiat es dueña del 25% del mercado brasileño y con la reciente adquisición del 20% de Chrysler, la empresa italiana comienza a posicionarse como un jugador al que deberemos mirar de cerca. Ese 20% de Chrysler, por el que Fiat no desembolsó ni medio dólar partido por la mitad, le abrirá redes de distribución muy interesantes en EU y, por supuesto, en México. En nuestro país la empresa no ha logrado despegar como se esperaba, dado que al venir de manos de importadores, el crecimiento ha sido lento y paulatino. La Corte de los Estados Unidos ya autorizó que Fiat se vaya haciendo de más acciones de Chrysler conforme se vaya pagando el préstamo del gobierno de aquel país que asciende a 6,500 millones de dólares aproximadamente y Chrysler, aquí en México, está luchando porque Fiat comience a producir sus autos en las fábricas de esta empresa en nuestro país. Aun sin darse nada oficial, hay rumores que apuntan a que Fiat sí producirá coches en México para abrir el mercado norteamericano y no dudamos en que gracias a sus pequeños y eficientes motores, esta empresa gane una buena penetración en el mercado de aquel país. Poco a poco y de manera silenciosa, Fiat está creciendo sin que nadie se haya dado cuenta y por ese motivo, la empresa italiana se ha convertido en el “mátalas callando” automotriz desde el asiento trasero.