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Ron van der Ende es un escultor originario de Rotterdam especializado en la producción de esculturas en relieve construidas con madera que encuentra en las calles.
En un primer vistazo, es difícil definir si sus piezas son pinturas, esculturas o collages, el efecto es logrado al aprovechar los colores y texturas originales en la madera para formar mosaicos más realistas, aunque también usa pintura para dar vida al material.
Uno de sus objetos favoritos a representar son los automóviles, en un principio comenzó realizando pequeñas casitas, coetes espaciales, botes e incluso trenes, sin embargo, Ende entiende a los carros como el centro de nuestra cultura, un artefacto que habla sobre nosotros mismo a diferentes niveles, de nuestros sueños y pesadillas. Para él, “los carros evocan nuestra individualidad pero al mismo tiempo son el símbolo de la catástrofe ambiental”
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