La industria de los autos 4×4 no pasa por su mejor momento.
Los efectos de la crisis económica global y la creciente preocupación por el medio ambiente restaron popularidad a los grandes vehículos deportivos o SUV (por sus siglas en inglés).
Preocupados por las abultadas facturas de combustible, muchos conductores abandonaron los 4×4 y optaron por coches más económicos.
Así que las automotrices tuvieron que optar por modelos a camino entre los coches deportivos compactos y los grandes SUV, fabricando autos de más sencilla conducción, menos emisiones de dióxido de carbono y menor consumo de gasolina.
Estos vehículos, que parecen los perfectos todo terreno por su gran tamaño, carecen en muchos casos de esas habilidades para salirse de la carretera, y han sido calificados como “fraudes sobre cuatro ruedas” por los apasionados de los 4×4.
Sin embargo, se han hecho enormemente populares.
Los fabricantes los adoran, porque gracias a su aspecto pueden subir su precio -la ilusión de tener un 4×4-. Tanto que algunos están optando por construir modelos aún más pequeños, como el X1 de BMW, el Mokka de Opel/Vauxhall o el Mini Countryman.
Los compradores también parecen estar enamorados. Los crossovers, como se conoce a este tipo de vehículos a camino del deportivo y el 4×4, suponen uno de los mercados de mayor crecimiento en la industria del motor. Y parece que cuanto más pequeños son, más populares se hacen.
“Los fabricantes siempre están buscando un hueco donde puedan combinar conceptos tradicionales con características de un SUV, para abrir así nuevos nichos de mercado”, dice Gunnar Gaedge, analista de mercados de la compañía PolkView.
A pesar de las numerosas críticas de los puristas que creen que estos coches anteponen el estilo a la sustancia, hay un pequeño sector de vehículos que sigue agradando a los amantes del 4×4.
Se trata de los modelos que, aunque parecen un coche deportivo cualquiera a simple vista, esconden sofisticadas habilidades para terrenos difíciles.
Aunque no se venden especialmente bien a escala global, es común encontrarlos en algunas partes del mundo.
Por ejemplo, en complejos de esquí y destinos de montaña, en los Alpes, Escandinavia o en los estados de Colorado, Utah y California en EU.
También se ha dado una situación peculiar en la que parece que se han intercambiado los papeles.
Los grandes SUV también están preparando su regreso, pero en el sector de lujo y grandes capacidades. Por ejemplo, con el último modelo de Range Rover, el Grand Cherokee de Chrysler o el X6 de BMW.
También Lamborghini, Bentley y Aston Martin están preparando sus propios modelos todoterreno.
Aunque al fin y al cabo, los agricultores y trabajadores de la construcción seguirán durante algún tiempo con sus camionetas, confiando en los modelos que desde hace décadas se fabrican de manera similar.
