En México todos decimos que sabemos manejar. En especial, gente que pasa muchas horas tras el volante como nuestros amigos choferes de taxis o microbuses creen tener más pericia a la hora de conducir, pero, ¡sorpresa!; eso no es verdad.
No por pasar mucho tiempo en el puesto del piloto eres un mejor conductor que los demás.
Para empezar, muy pocos saben cómo deben sentarse y por qué. Para entender esto vamos a resumirlo brevemente, con el fin de abordar después la sujeción del volante.
Sentarse correctamente implica:
• Tener una distancia ni muy cercana ni muy lejana al volante. Lo ideal es recargar la espalda completamente en el asiento, estirar los brazos y permitir que las muñecas se posen sobre el volante. Los brazos deben estar semiflexionados a la hora de conducir, porque en caso de un accidente no recibirían la fuerza que los rompería y porque el movimiento del volante se vuelve más rápido que si llevas los brazos estirados. ¿Cuándo has visto a un piloto de F1 con los brazos estirados al manejar? La respuesta es: nunca.
• La distancia entre el techo del coche y la cabeza debe ser de un puño cerrado. Coloca tu puño sobre tu cabeza y si no cabe, entonces estás demasiado cerca del toldo del coche y en caso de volcadura puede ocasionarte fuertes lesiones.
• Para saber a qué distancia debes viajar de los pedales sucede lo mismo que con los brazos, deben estar semiflexionadas para transmitir la fuerza en caso de colisión y no absorberla. Ya que estés bien sentado con la espalda recargada, coloca el pie izquierdo detrás del freno (en coche automático) o detrás del embrague o clutch. La distancia correcta será con la rodilla semiflexionada para que en caso de que necesite frenar, su pierna tenga la fuerza suficiente para hacerlo.
Ya que vimos brevemente la posición correcta de sentado, pasemos al volante. En un futuro te hablaremos de las direccionales y cambios de carril.
Principales errores al tomar el volante
Detrás del volante lo primero que debes hacer es sujetarlo en posición de 9-3 (como si el volante fuera un reloj).
Y como es más fácil decir lo que no se debe hacer, aquí te mostramos los tipos de malos conductores para que si los ves en la calle, los corrijas:
El Bicicleto
Aquél que toma el volante por el interior para hacer los giros. Con esta posición, la fuerza del volante en un giro brusco le ganará a la fuerza de sus brazos.
El Perezoso
Es quien en vez de tomar el volante con las manos, lo hace con los brazos asegurando que en una maniobra brusca se impactará irremediablemente.
El Peligroso
Aquél que durante el giro del volante lo suelta para después volverlo a tomar. Nada más absurdo que soltar las riendas del caballo.
El Pausas
Es quien da las vueltas haciendo movimientos cortos en vez de un solo movimiento de manera continua.
El Cruzadito
Aquél que cruza los brazos, uno sobre el otro, para efectuar los giros del volante.
El Pilotillo
Quien cree que llevando una mano al volante y la otra a la palanca de cambios hará menos tiempo en el tránsito cotidiano.
El Noviecito
Aquél que lleva la mano izquierda sobre el volante y la derecha sobre el respaldo del asiento como si fuera abrazando a su damisela.
El Miope
Quien se sienta demasiado cerca del tablero poniendo en riesgo su vida si es que explota la bolsa de aire.
El Orejas de Conejo
El que coloca las manos juntas en la parte superior del volante como si fuera agarrando dos orejas de conejo.
El Lavaplatos
Quien da las vueltas poniendo su palma extendida sobre el volante como si estuviera secando la vajilla.
¿Con cuál te identificas? Te sugerimos estar bien consciente de la posición que utilizas, porque es aquí donde comienzan los accidentes.
