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Nació hace 60 años en Toronto, pero se considera un chilango más En el mundo sus retratos le han dado fama, pero en México es reconocido por ser el fotógrafo de la revista Playboy Así ve la vida un cazador de conejitas
A los 14 años, el canadiense David Eisenberg supo que se dedicaría a la fotografía. ¿Cómo? A esa edad le “robaba” la cámara a su papá y se dedicada a tomarle retratos a sus novias. “Eran fotos muy inocentes, por ahí las tengo todavía. Pero mira qué gracioso, comencé tomándole fotos a ellas y ahora sigo en eso”.
Cuando dice “sigo en eso”, se refiere a que en México –donde se encuentra radicado desde hace 12 años– continúa fotografiando a hermosas mujeres: es uno de los colaboradores permanentes de Playboy, y autor de la última portada de la revista del conejito, donde aparece Julia Orayen, la famosa edecán del IFE.
Seguro todos tus amigos y conocidos te dicen que tienes el mejor trabajo del mundo. ¿Cómo es laborar con las mujeres más deseadas?
– Ja, ja, ja. Sí, es verdad. Pero es muy normal para mí, ya llevo en este negocio más de 40 años. Me gusta mucho trabajar en esto; me involucro mucho con las chicas, les converso mucho antes, durante y después de las sesiones. Las hago bailar, tenemos mucho contacto; entonces ellas se sienten cómodas y me cuentan cosas que a nadie más le han confiado. Con la mayoría después seguimos en contacto.
Con Julia Orayen habías tenido una sesión en 2009, ¿seguiste en contacto con ella?
– Sí, de hecho dos o tres días antes del debate estábamos hablando con amigos de la revista acerca de ella. Sabía que se había dedicado mucho al yoga. Y bueno, el domingo se desató toda esta locura por ella y ya el lunes sabíamos que sería portada de Playboy.
¿No te molesta un poco que en México se te reconozca como el fotógrafo de las conejitas cuando tienes una destacada carrera en otros aspectos como la fotografía de grupos musicales o en retratos de personalidades públicas?
– No. Sé que acá me reconocen por esa labor en específico. No me siento mal, me da lo mismo. Es parte de mi trabajo y ya está. Aunque algunas veces sí es divertido. Me acuerdo que en una ocasión estaba charlando con una importante mujer de negocios aquí en México y ella llamó a su marido y le dijo: “Estoy con el fotógrafo de Playboy”. Ésa fue una de las pocas veces que dije: “¡Yes!”. Ja, ja, ja.
Además, tienes retratos de Fidel Castro, de exBeatles y grandes figuras mexicanas. ¿Sientes que ya hiciste todo?
– Para nada, eso es lo hermoso de ser fotógrafo o periodista, siempre tienes algo por hacer, por conocer. Por ejemplo: empiezas el día haciendo una nota con campesinos, al mediodía estás con el Presidente de algún país y en la noche, en una fiesta de modas. Por eso digo que esto es el mejor trabajo del mundo, porque además es mi pasión.
Estuviste en Woodstock, en medio de toda la revolución juvenil de los sesenta y setentas, ¿cómo ves a los jóvenes hoy en día?
– Creo que en México se ha producido un buen fenómeno con las redes sociales. La juventud está despertando y quiere hacer cosas. El movimiento #YoSoy132 me parece espectacular. Eso sí, les daría un consejo: no es bueno ser anti algo o estar contra una persona o institución; lo mejor es ser pro algo. Buscar una identidad a través del apoyo y no por medio de la destrucción.