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La actriz estadounidense y su marido, el líder de la banda de rock Coldplay, llevan más de 10 años de sólido matrimonio, aunque su consolidada relación podría no haberse materializado nunca de no haber sido por una noticia errónea que inundó los tabloides de todo el mundo en el año 2002.
La pareja nunca se había percatado de la atracción que podrían sentir el uno por el otro hasta que los medios de comunicación se hicieron eco de un inventado romance entre ambos, un episodio que les llevó a conocerse a través de una cita y posteriormente, propició el intenso idilio del que disfrutan en la actualidad.
“La verdad es que fuimos unos afortunados por salir en la prensa a través de un rumor falso, porque nos asociaron a los dos con una historia de amor que era un mero producto de su imaginación. Cuando decían que habíamos empezado a vernos en secreto, lo cierto es que ni siquiera nos habíamos conocido todavía, pero gracias a toda la atención mediática empezamos a interesarnos el uno por el otro.
“Durante un concierto de Coldplay en Los Ángeles, Chris esperaba que una actriz que le gustaba mucho hiciera acto de presencia, y por ello pretendía dedicarle una canción. Pero como esta chica no se presentó, Chris bromeó desde el escenario con la noticia de que estábamos juntos y dijo: ‘Esta canción se la dedico a mi nueva novia, Gwyneth Paltrow’. Yo me quedé helada, petrificada, porque no le conocía absolutamente de nada.
“La gente empezó a murmurar y yo solo quería que me tragara la tierra, pero todo ese revuelo provocó finalmente que nos conociéramos en persona y que acabáramos enamorándonos”, reveló la intérprete al diario The Sun.
Aunque los inicios de su posterior historia de amor parecían caracterizarse por la pura espontaneidad, lo cierto es que el vocalista del famoso grupo británico era consciente desde el principio de que su futura esposa se encontraba entre el público del recital, una razón que le motivó a lanzar ese sonado comentario en medio de su actuación.
Tras la evidente llamada de atención, Chris le pidió a su asistente que se acercara al asiento donde se encontraba Gwyneth para invitarla a pasarse por su camerino después del espectáculo.
“Como habían escrito tanto sobre nuestro supuesta relación y encima habíamos coincidido en el concierto, Chris decidió que tenía que conocerme en persona y por eso le pidió a una ayudante que se acercara a mí y me preguntara si me apetecía hablar con él en el camerino. Yo accedí, y el resto ya es historia”, explicó.
En la actualidad, el matrimonio ocupa la mayor parte de su tiempo criando a los dos hijos que tienen en común, Apple y Moses, quienes disfrutan de una infancia tranquila y convencional a pesar de la fama que precede a sus progenitores. En opinión de la propia Gwyneth, es su marido quien se esfuerza más por mantener a sus pequeños alejados del foco mediático y concentrados en las actividades rutinarias que caracterizan a cualquier otro niño pequeño.
“Llevamos una vida normal, como cualquier otra familia, con nuestros retos diarios y nuestra agenda repleta de labores cotidianas. Nos gusta viajar de vez en cuando, pero mientras los niños tienen que ir al colegio, casi no nos movemos de casa. Chris y yo, aunque sobre todo él, no quiere que nuestros compromisos profesionales afecten el desarrollo natural de nuestros hijos”, concluyó.
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