Hace 20 años fue la película más taquillera de la historia hasta que “Titanic” la destronó (y esta a su vez sería derrotada por “Avatar”, film que vería también como “Los Vengadores” la superaba). “El día de la Independencia” recaudó 100 millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición. En total alcanzó a ganar 811 millones de dólares.
Y claro, los miles de fanáticos siempre quedaron con la inquietud de ver una segunda parte. Sueño que se hizo posible cuando la segunda parte se estrenó el 24 de junio de este año. Claro está, sin los personajes principales (como Will Smith, que era el comic relief de la película) y con Liam Hemsworth como cabeza de cartel.
Por supuesto, los efectos especiales desde 1996 han mejorado mucho y el CGI hace mil maravillas. Ya no se necesitan de maquetas que hagan explosión, como hace veinte años. Pero en esa época era totalmente impactante ver cómo se destruían las grandes capitales de Estados Unidos, sobre todo cuando los extraterrestres iniciaban el conteo regresivo que eliminaría a la Humanidad casi en su totalidad. ¿Se acuerdan de cómo quedaron Washington, Los Ángeles y Nueva York?
La película también hizo referencia a un mito muy popular en la cultura estadounidense: el Área 51, donde supuestamente se estrellaron naves extraterrestres. Por años se han tejido teorías de conspiración al respecto de esta zona. En “El Día de la Independencia” dieron gusto a los fans de la ufología: los extraterrestres son reales y siempre habían sido un secreto bien guardado. Incluso para el presidente de los Estados Unidos:
Luego de este episodio, al final ya tienen el arma perfecta para derrotar a los extraterrestres: un virus (tal y como en “La Guerra de los Mundos”, curiosamente). Y en la batalla final el presidente, interpretado por Bill Pullman, da un inspirador discurso sobre cómo la Humanidad debe unirse para “independizarse” de los extraterrestres:
La película retomó el género “Disaster Movie” que desde los años 80 no había tenido popularidad. Era la primera vez, en mucho tiempo, que se veía destrucción a gran escala y además, tenía dimensiones apocalípticas. De ahí en adelante, el director del largometraje, Roland Emmerich, se especializaría en este tipo de películas. Suya también es “El día después de mañana”.
En la galería verán cómo están los actores de la película a dos décadas de su estreno.