El mundo del espectáculo está de luto. El día de hoy, domingo 28 de agosto a las 11:30 de la mañana, Juan Gabriel falleció a los 66 años víctima de un infarto en Los Ángeles, California, tras ofrecer un concierto en The Forum como parte de su gira “MeXXIco Es Todo».
Su sorpresiva muerte coincide con el final de su serie autobiográfica «Hasta que te conocí», misma que el día de hoy abordaría el reencuentro con su madre.
El capítulo final de «Hasta que te conocí» se transmitirá este domingo por Azteca Trece en punto de las 22:30 horas.
El último concierto de Juan Gabriel
Como parte de su tour “MeXXIco Es Todo”, Alberto Aguilera se presentó el pasado viernes en Los Ángeles, California, un concierto en el que se mostró lleno de vitalidad y entrega.
Vestido con un traje oscuro, del que rápidamente se despojó del saco para quedar con una camisa azul brillante.
El concierto se convirtió en una auténtica fiesta en la que fue acompañado en el escenario por alrededor de 60 músicos de mariachi y orquesta, bailarines y coristas.
El escenario, que asemejaba una guitarra, le permitió al llamado “Divo de Juárez” recorrerlo en 360 grados, mientras se veía su imagen en enormes pantallas en la parte superior.
Aunque versiones de prensa señalaron que tenía complicaciones con una rodilla, esto ni siquiera pareció inmutarle, porque Juan Gabriel bailó, zapateo e hizo sus tradicionales bailes sensuales de cadera que alborotaron a sus admiradores.
Cuando interpretó “Querida”, el recinto se llenó de luces de celulares, que parecían los pañuelos blancos de una plaza de toros.
En el recorrido musical de dos horas 35 minutos, Juan Gabriel empezó con temas como “Así fue”, “Para que me haces llorar”, “Amor eterno”, “Ya no vivo por vivir”, “No vale la pena” y “Se me olvidó otra vez”.
Los asistentes disfrutaron el concierto en grande. Hubo quienes le enviaban besos a lo lejos, mientras otros más entonaban sus canciones y alguno incluso enarbolaba una pequeña bandera de México.
Juan Gabriel pasó de sus canciones románticas a la balada ranchera y hasta hizo arreglos bailables modernos de su primer éxito en 1971: “No tengo dinero” a ritmo de rap y de “La diferencia” con su grupo de baile.
En la parte final y antes de ser despedido por miles de papelitos de color, un arreglo bailable del “Noa noa” hizo que el público siguiera una sencilla coreografía.
Para terminar, el cantautor colocó finalmente un mensaje en las pantallas para su público: “Felicidades a todas las personas que están orgullosas de ser lo que son”.
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