El productor y comediante Jorge Ortiz de Pinedo compartió con Publimetro lo contento que se encuentra por el éxito de la segunda y tercera temporada del programa Una familia de 10, la cual tras 12 años de ausencia en su regreso marcó importantes ratings, por lo que ya tienen luz verde para dos nuevas temporadas.
“Estamos planeando ya la cuarta y quinta temporada de Una familia de 10, todos quedaron apantallados, yo ya esperaba este éxito y cómo no, si nosotros lo escribimos, lo actuamos, lo producimos y siempre tienes la ilusión de que el público lo disfrute. Hace 12 años que lo hicimos, nos convertimos en la novedad, era un éxito, regresamos y volvemos a estar hasta arriba de todos los programas de comedia, con récords históricos de audiencia”.
A pesar de la salida de las actrices María Fernanda García y Jessica Segura, La tía Licha y Tecla, respectivamente, el líder de la producción, afirmó que es la oportunidad de poder renovar y ofrecer al público nuevas historias y hasta personajes.
“Tienen que ver la historia, hay gusto para todos y la historia debe ir cambiando, porque como productor queremos ofrecer lo que la gente necesita: sorpresas, novedades; antes éramos 10, ahora somos 12, y creo que sigue siendo divertido, graciosa la historia, además ahora con un abuelo LGBT, que es Carlos Ignacio, quien hace al papá de la Nena, y la llegada de la mamá de Tecla, que se mencionaba siempre, y para las próximas temporadas la gente nos está pidiendo a Don Justo, el papá de Gaby, por eso deben seguir viendo la serie”.
Además, esto los ha obligado a cambiar algunos planes y sobre todo la gira por Estados Unidos.
“Estamos pensando empezar a grabar en marzo y abril, por lo que la gira por Estados Unidos que teníamos programada la recorreremos para mayo y junio, porque no es tan fácil grabar el programa”, explicó Ortiz de Pinedo.
El próximo 26 de noviembre llegará a la Sultana del Norte, pero ahora con la puesta en escena Cosas de papá y mamá, junto a Susana Alexander, José Manuel Lechuga, Vanessa Acosta y Sergio Saldívar, una obra con un mensaje de comunicación y de disfrutar la vida.
“Es una obra divertida con una historia que tiene mensaje de que la edad no es límite para poder amar, pues se ve cómo dos personas de más de 60 años están decaídas, tristes, pensando que se van a morir porque ya no tienen ningún interés en la vida, cuando de repente se conocen en un consultorio médico y se enamoran, mientras los hijos se ‘vuelven locos’ tratando de entender porqué ahora quieren bailar, cantar y disfrutar de nuevo de la vida. Además del mensaje de la comunicación entre padres e hijos”, concluyó.
