El día de Acción de Gracias, como todos los años, Michelle y Barack Obama publicaron un mensaje en sus redes sociales. En la foto se ven junto a sus hijas Malia y Sasha, cuya transformación es evidente desde que llegaron a la Casa Blanca con su padre presidente.
María tenía 10 años y Sasha apenas 7. Ahora ambas son jóvenes universitarias, que tratan de llevar una vida “normal” a pesar de su posición privilegiada y la fama de sus padres.
La menor, que tiene ahora 18 años, partió este año de su hogar rumbo a la residencia universitaria y los Obama no dudaron en contar los nostálgicos que se sienten al respecto.
“Estuvimos allí, como otros muchos padres, ayudándola a deshacer las maletas y a hacer que se sintiera en su nueva habitación como en casa”, reveló Michelle Obama a la reviste People en una reciente entrevista.
Dejando el nido de los Obama
La ex primera dama confesó que “por supuesto, fue un poco emotivo dejar a Sasha en la universidad». Pero aunque “el tiempo pasa demasiado rápido”, asegura que junto a su esposo “como muchas otras experiencias de los últimos 10 años, queremos hacer que sea lo más normal posible, dadas las circunstancias familiares”.
Sasha terminó la secundaria en Washington en mayo y en septiembre comenzó clases en la Universidad de Michigan. Su actividad social ha sido retratada y en redes sociales se le ha visto con Cardi B.
Por su parte, Malia, de 21 años, sigue sus estudios de Derecho en la Universidad de Harvard; la misma donde se graduaron sus padres. Cursa su tercer año y su noviazgo con Rory Farquharson, hijo de un importante inversor británico, también ha sido del interés de la prensa.
Consciente de lo que viven sus hijas, Michelle Obama contó que como padres esperan “criar seres autosuficientes, amables y compasivos para que puedan emprender sus propios destinos”.
Por ello, admite que “tenemos que estar dispuestos a dejarles ir, que crezcan por sí mismos. Esa es la única manera en la que ellos pueden llegar a ser más». »
