La renuncia de Meghan Markle y el príncipe Harry a la monarquía real, será el tema a discutir por la Reina Isabel II, en la llamada cumbre familiar a la que convocó el día de hoy lunes en su finca privada de Norfolk.
Los convocados a la importante cita sin precedentes son Carlos, príncipe de Gales; William, duque de Cambridge, y Harry, el duque de Sussex, quienes se verán las caras para dirimir en el conflicto que divide a la familia real desde el anuncio que estremeció al Reino Unido.
A decir de Maily Dail, los hermanos William y Harry se preparan para enfrentarse en la cumbre que tocará la crisis de alto riesgo para la monarquía británica, en la cual la monarca de 93 años tomará la batuta para establecer los siguientes pasos.
No hay intenciones de exacerbar la crisis familiar de la Casa Real, por lo que una fuente cercana a palacio, señaló que “no hay ninguna sugerencia para que sean despojados de sus títulos reales. Todos desean una solución a esto lo más rápido posible ”.
La Reina Isabel fue vista ayer domingo, cuando asistió a la misa dominical en la iglesia de Santa María Magdalena, del siglo XVI, en Sandringham.
Meghan Markle podría estar en línea en la reunión
La Reina Isabel II confió a sus asesores 72 horas para encontrar una solución para los futuros roles de los duques de Sussex, y luego de esto anunció la cumbre familiar que se celebrará hoy en su finca privada.
Se espera que Meghan Markle se una a esta conversación a través de una llamada en conferencia desde Canadá.
No hay precedente alguno en la familia real, en una decisión que implique la renuncia a sus deberes reales de algún miembro, razón por la que la Reina Isabel tiene su mano firme en las riendas de este conflicto para hallar una salida.
Según el diario inglés, William le habría confiado a un amigo cercano la fragilidad en su vínculo con su hermano menor, desde el año pasado cuando las conversaciones entre ambos se volvieron poco frecuentes.
“He abrazado a mi hermano toda la vida y ya no puedo hacerlo, somos entidades separadas”, reveló el Sunday Times.
Mientras, las especulaciones de las verdaderas razones que obligaron a Harry a abdicar, señalan su temor por la estabilidad emocional de su esposa, quien no se había establecido bien en el Reino Unido, “estaba al borde” y podría sufrir un colapso si continuaba en el país.