Meghan Markle nunca imaginó cuanto cambiaría su vida al conocer a un príncipe real, a un heredero a la corona británica. Su amor a primera vista fue el inicio de un giro de 360 grados que dejó atrás su vida personal y profesional para convertirse en la duquesa de Sussex.
Tal vez cuando su amiga le presentó al príncipe Harry, no estuvo consciente del cambio que tendría que asumir. Solo en su apariencia, está uno de las mayores modificaciones. El protocolo real está lleno de un conjunto de normas que las mujeres de la familia real deben seguir.
Ser una princesa le costó dejar atrás sus looks de lentejuelas, faldas cortas, sandalias, jeans, los atuendos que por muchos años llevó como joven actriz estadounidense para luego asumir una agenda de compromisos reales que marcó su estilo e impuso a una nueva Meghan Markle, llena de glamour y tendencia en la moda.
De esas prendas, Meghan Markle debió despedirse y decir adiós para dar paso a un look sofisticado con diseños de las mejores firmas británicas y europeas que la convirtieron en una de las royals mejor vestidas.
La transformación de Meghan Markle fue increíble
La evolución de la esposa del príncipe Harry tuvo una evolución increíble: ¡De actriz a princesa!
Ir al pasado y ver los outfits que eran parte de su armario, resulta un contraste inimaginable. El aspecto físico que mostró en las alfombras rojas y en cada evento del espectáculo difiere completamente de la imagen que cautivaba y deslumbró en cada aparición de sus compromisos reales, como informó el portal Vix.
El estilo de su cabello también fue cambiado completamente. Eran recogidos que otorgaban frecura y elegancia a cada diseño.
Los trajes cortos y mostrando el busto, quedaron en el pasado. Esta moda no era aceptada en el protocolo real.
Los hombros a la vista, también estaban fuera de la etiqueta de la realeza para las mujeres.
Los jeans son considerados una prenda muy informal que no tiene cabida en los outfits de la familia real.
Abrigos que no fueran sobrios, y faldas informales de jeans y cortas, no son admitidas en el guardarropa de una princesa.
Los pantalones cortos, quedaron en el pasado, no son permitidos en la etiqueta que puede ser usada en los eventos y compromisos reales.
Los pantalones de cuero y las prendas que dejaban ver mucha piel no tenían cabida en su nuevo armario.
La transformación se dio desde el día en que se celebró el acto de compromiso entre Meghan y Harry, a su llegada a Reino Unido.
La sobriedad y la elegancia en el estilismo de Meghan Markle cobró vida. Cada pieza que lucía era copiada y desaparecía de las tiendas británicas.
Los vestidos midi, los cortes sobrios con finas telas dieron lugar a un estilo que solo Meghan logró y que eran elegidos de las mejores y reconocidas casas de moda internacional.
En su última aparición en Reino Unido, las prendas y accesorios que eligió revelaron a una mujer feliz, de buen gusto que sorprendió con cada outfits que escogió para los diferentes actos con los que dijo adiós al pueblo británico.
Este martes 31 termina su vida real. El título que la hizo duquesa de Sussex culmina y por decisión propia, la pareja deja de ser parte de los miembros sénior de la familia real británica.
Después de brillar como princesa, queda un reto para Meghan Markle. Que el glamour y la elegancia siga prevaleciendo en su nueva vida, alejada de los protocolos reales y de sus normas. Este será uno de sus mayores cambios, cómo serán de ahora en adelante las prendas que elegirá en su nuevo armario.
