La historia que encierra la vida del actor Mauricio Ochmann no ha sido fácil. Ya suma dos fracasos matrimoniales y dos hijas de sus relaciones. Pero, ¿por qué no tiene suerte en el amor?
Tras su última desilusión con la actriz Aislinn Derbez, el actor de 42 años, vuelve a refugiase en el amor de sus hijas, y en esta última oportunidad ya suman 2 hijas, con igual cifra de separaciones sentimentales.
Por ser una pareja de famosos, hace más de dos semanas, Aislinn sorprendió al anunciar su separación a través de las redes sociales, dejando claro que era hora de darse un tiempo. En mayo de 2016 se casaron en Tepostlán. Cuatro años duró el matrimonio.
Lorenza, su hija maor de 15 años, es la primogénita de Ochmann, producto de su matrimonio con la arquitecta María José del VLorenza, su hija mayor, de 15 añosalle, cuya relación se fue consolidando hasta que decidieron unir sus vidas en el 2004, pero el amor duró poco: solo 4 años.
Es parte de su vida privada las razones que motivaron la nueva ruptura con Aislinn Derbez. Sin embargo, en el pasado, cuando era poca su experiencia y madurez y ya contaba con 27 años, el actor reconoció que la llegada de su hija fue la salvación a su adicción al alcohol.
El guapo actor ha reconocido en otras oportunidades, que el vicio que tuvo con el alcohol lo llevó al borde del abismo, por lo que en una entrevista a People en Español, aseguró: “Había mucha gente que me quería, pero realmente yo no me quería ayudar. Sucede cuando llega mi hija a mi vida y al año decido levantar la mano y pedir ayuda”, reseñó Soy Carmín.
La vida de Mauricio Ochmann encierra una adopción en dos oportunidades
Mauricio Ochmann ha demostrado que sus hijas Lorenza y la llegada en el 2018 de Kailani, son su gran inspiración. Cada fotografía y palabras compartidas desde sus redes sociales, demuestran a un hombre ejemplar dedicado a la crianza de sus hijas. Y en esta nueva ruptura, el actor se cobija en el cariño a su hija menor.
Pero su pasado y su infancia constituyen episodios de su vida digna de gran ejemplo de superación. Fue un niño adoptado, que nació en los Estados Unidos, en Washington DC. Sus padres adoptivos, una pareja de mexicanos, se divorciaron cuando apenas contaba con año y medio de edad.
Ante la separación, su madre decidió mudarse a México, donde conoció a su segundo esposo – un alemán de apellido Ochmann-, quien por segunda vez lo adopta y de quien tomó su apellido.
Y es precisamente de esta pareja y en este hogar, donde se creó su adicción al alcohol. A la edad de 8 años el ambiente que le rodeaba era de padres que ingerían alcohol en exceso, e increíblemente lo incitaban al consumo. Con el tiempo, a ese niño le “encantó probar cervezas”, admitió Ochmann.
Las marcas de esa infancia las pudo sobre llevar y su firme decisión lo levantó y alejó de la adicción. Hoy nuevamente enfrenta una separación y será el tiempo el que defina si ocurre una reconciliación o fue el final de un segundo matrimonio, en el que las buenas relaciones están privando para el bienestar de su hija Kailani.
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