Anahí tiene un séquito inmenso de fans, más de 7 millones de seguidores en Instagram, que han seguido cada uno de los pasos de su carrera artística, desde que actuaba en telenovelas en la infancia, hasta su paso por RBD y el resurgimiento de su carrera como cantante.
Hoy en día tiene 37 años y es madre de dos adorable hijos, y disfruta cada día de la vida dedicada a su familia, su mayor fortaleza y pilar junto a su esposo Manuel Velasco Coello.
El antes y después de Anahí
Pero a través de los años ha experimentado varias transformaciones de su apariencia debido a las exigencias del medio artístico, que siempre procura la perfección de las personalidades.
Esto la afectó mucho, incluso llegando a sufrir de anorexia nerviosa y bajar drásticamente de peso, experimentando momentos muy peligrosos y duros en su salud.
De niña, era la más adorable de las pantallas con su cabello claro y sus ojos azules. Un encanto y hoy en día esas imágenes comprueban el gran parecido que tiene con ella su hijo Manuel.
De adolescente, llevaba su cabello castaño y sus mejillas «rellenitas», teniendo una apariencia muy acorde al de las jóvenes en esta etapa de su vida.
Luego avanzados los años, incluso cambió de look de forma extrema al teñir su cabello de rubio y agregando reflejos de un tono más claro.
Más tarde comenzaron los problemas y trastornos alimenticios. Su peso bajó considerablemente llegando a un límite en 2001, a un punto que llegó a preocupar a sus fans en ese momento. Después de recibir varios tratamientos mejoró de salud y pudo integrar la telenovela Clase 406 en 2002 y llegar al estrellado con RBD en 2004.
Afortunadamente, Anahí con los años pudo superar sus problemas con la comida y empezó a aceptarse tal y como es, comprendiendo que todos somos hermosos y perfectos tal cual somos. Porque somos únicos.
E incluso compartió con orgullo cómo cambió su cuerpo con su segundo embarazo.
En la actualidad, tiene una página web dedicada a compartir el estilo saludable que hoy pone en práctica, motivando a todas las chicas a comer equilibrado, a practicar ejercicio y a empoderarse.