Aunque es famoso por dar vida a “Helsinki”, uno de los atracadores más fuertes y carismáticos en el fenómeno de Netflix La casa de papel, el actor Darko Peric ya tenía una carrera consagrada en la televisión de España con importantes incursiones en series y películas.
El sueño de este actor y músico punk, nacido en Serbia, siempre fue dedicarse al arte, pero antes de brillar en Creamatorium, Mar de plástico o actuar junto a Benicio del Toro en A Perfect Day, tuvo que hacer frente a duros acontecimientos en su vida que, afortunadamente, lo condujeron hasta la banda de atracadores más popular del mundo.
La historia real de “Helsinki”, de La casa de papel
Darko Peric nació en Yugoslavia, actualmente Serbia, el 25 de marzo de 1977. Desde niño albergaba el gran anhelo de convertirse en actor e iba estudiar animación en la mejor escuela, pero se vio obligado a dejar sus aspiraciones de lado cuando, a sus 14 años, las guerras de los Balcanes estallaron en su nación.
Forzado a abandonar a su país, se radicó a Rumania y se graduó como veterinario, obligándolo a dejar al arte y espectáculo como un hobbie. No obstante, la escena lo llamaba; anduvo errante por Berlín donde se sumergió en el mundo artístico hasta que, por pura casualidad, llegó a Barcelona en el 2004.
Según dijo a El País, arribó a España “haciendo autostop desde Berlín” y tras participar en las Fiestas de Gracia de Barcelona, decidió instalarse en esta ciudad que lo enamoró sin pensar que sus sueños enterrados cobrarían vida allí.
“Yo estudié veterinaria en Rumania porque en aquellos años, los 90, hacerte actor era una locura ya que los teatros estaban vacíos. Cuando acabé la universidad en Rumania trabajé un mes como veterinario y ganaba 70 dólares mensuales y pagaba 80 de alquiler, entonces me fui a Berlín que es una ciudad maravillosa, y trabajé un fin de semana en un bar y gané 150 dólares, ahí me di cuenta de lo que era el underground, así que me dije ‘¡¿qué he hecho yo?!”, contó en una entrevista a Golden Globes.
“A partir de ese momento empecé a hacer performances, teatro de sombras, marionetas, cortometrajes, y después fui con un grupo de artistas de Alemania a un festival en Barcelona, y cuando vi esta ciudad encontré mi casa, hace 16 años y aún sigo aquí”, recordó.
En esta tierra, obtuvo varios roles menores hasta el año 2010, cuando se ganó un lugar en la serie de Canal+, Crematorio. Desde ese momento, su trayectoria recibe un impulso y protagoniza Un día perfecto en 2015 y luego Mar de plástico en 2016. Finalmente en, 2017 llega a sus manos la oportunidad de su vida: interpretar a «Helsinki», en La casa de papel.
La incursión en la piel de “Helsinki”
El intérprete con más de 12 años de trayectoria profesional contó que debido a que es extranjero y su característico aspecto siempre había ganado roles “de mafioso ruso, veterano de guerra serbio, albanés, rumano, de todo, el villano, pero siempre intentaba darle algún toque diferente a cada uno”.
“Cuando llegó el papel de Helsinki, que en un primer momento junto con Oslo tenían que ser chechenos, Álex Pina y Jesús Colmenar hablan conmigo y como yo soy serbio deciden transformarlo en un veterano de guerra de ese país y yo sabía que iba a atracar un banco con un grupo de ladrones y nada más”, explicó.
Él optó por caracterizar al personaje que ha dicho le “mejoró la vida” como “un soldado calladito”.
“Entonces dije: ‘lo voy a trabajar desde la postura de un soldado calladito’, pero en el cuarto episodio me dicen que Helsinki es gay y me quedé con la boca abierta, dije: ‘qué pasa aquí, ¿dónde me he metido?’. Esto fue un antes y un después porque, aunque no tenía muchísimo texto ni demasiadas escenas, impactó tanto alrededor del mundo que aprendí que no siempre tienes que chillar o hablar en demasía, sino que es mucho más importante saber estar, aguantar la mirada, escuchar”, destacó.
En cuanto a la cálida respuesta hacia el personaje que le hizo ganarse el cariño mundial, admitió que le impresionó positivamente que “Helsi” en realidad “no tenía ni tiene enemigos”. De igual forma, afirmó que el público podrá hallar en su personificación del rudo y a la vez tierno ladrón, mucho de él.
“Yo no creo en la casualidad, todo es causalidad y aunque suene a cliché, como avanzo en la edad, me doy cuenta que eso es absolutamente la verdad, todo este fenómeno que es La casa de papel empezó como un proyecto en desarrollo”, dijo.
“Constantemente los personajes se están desarrollando. No nos entregaron los guiones completos para la primera temporada, estábamos haciéndola y los guionistas seguían escribiendo, conociéndonos a nosotros para construir los personajes: Tokio tiene bastantes cosas de Úrsula (Corberó), Berlín de Pedro (Alonso), Nairobi de Alba (Flores), así que seguramente en Helsinki vieron muchas cosas de Darko y obviamente yo le he dado varias pinceladas mías que por supuesto las tengo”, declaró.
Sobre su futuro en la actuación, expresó que aunque nunca ha estado en Estados Unidos, quiere ir a este país para continuar su carrera en auge aunque no cree que se trate del “típico sueño americano”.
“A mí me gustaría porque a nivel profesional creo que es importante el cine norteamericano (…)”, enfatizó. “El cine independiente de Estados Unidos es muy bueno. También creo que hay tantos extranjeros que no es tan complicado llegar con un acento raro a hacer un papel distinto al habitual y no solamente interpretar al ‘malo que viene del este”, agregó.
Darko Peric, un políglota, amante del básquetbol y ejemplo de sencillez
Sobre su vida personal, Darko Peric está felizmente casado con una mujer llamada Roxi y tienen un hijo de pocos años años. Con su mujer, se ha expuestos en varias oportunidades en redes sociales y se sabe que ella tiene un blog gastronómico.
Otra de las curiosidades de esta estrella es que ha trabajado como tatuador y habla varios idiomas, aunque admite que le costó aprender el español porque vivía con personas en todo el mundo que se comunicaban en inglés.
“(…) Todos los días hablo cuatro idiomas, serbio que es el mío, rumano que es el de mi mujer, castellano e inglés, porque tengo amigos por todos lados que hablan este último, además sé italiano y francés. El español es un idioma latino, el rumano y el italiano también, así que no me fue tan difícil, pero me cuesta pronunciar la zeta que tiene el español, así que directamente ni la uso”, admitió al sitio web de los Golden Globes.
Asimismo, también tiene otra gran pasión que presume frecuentemente en Instagram: el básquetbol. De acuerdo a La Nación, Darko Peric suele jugar cerca de casa junto a sus amigos y espera poder combinar sus dos devociones en un solo proyecto.
«Nunca fui profesional, pero sí que he jugado mucho. Cuando llegué a Barcelona me impresionó que haya canchas en todos lados. Es una de mis grandes pasiones (…)», dijo a Basquet Plus, según reseñó el medio argentino.
En un cuestionario para El País, reveló que el fondo de pantalla de su teléfono es una foto de su hijo, tiene habilidad para escribir, disfruta ver videos de avistamientos ovnis, el momento más feliz de su vida fue cuando nació su primogénito y una vez salvó la vida de sus amigos que “se estaban ahogando en un lago helado”.
“Un acto del que me siento muy orgulloso”, aceptó.
Entre otras confesiones, Darko Peric compartió con el medio que sueña con vivir su edad provecta “en una finca grande rodeado de animales y familiares, en el sur y entre el mar y las montañas”.
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