La emblemática historia de “Rubí” creada por Yolanda Vargas Dulché dio su primer salto del cómic a la pantalla chica en una exitosa telenovela de 1968 protagonizada por una de las estrellas más brillantes del mundo del espectáculo, la bella actriz Fanny Cano.
La leyenda de la televisión mexicana ya había conquistado un gran público y construía una excepcional carrera cuando tuvo la oportunidad de estelarizar la historia que atrapó a los espectadores impactados al ver como protagonista a una villana obsesionada con los lujos y la posición social.
El éxito fue rotundo y la telenovela es considerada como uno de los éxitos más grandes en la trayectoria de Fanny que, todavía a más de 60 años de su estreno, sigue siendo recordada y alabada por su interpretación de la ambiciosa, bella y perversa «Rubí».
No obstante, esta elegante y talentosa actriz era todo lo contrario a este icónico personaje de ficción. Tenía un carácter dulce y hasta tímido, pero se transformaba frente a las cámaras para encarnar hasta las mujeres más malvadas.
Lamentablemente, el fulgor de esta estrella se apagó muy pronto y de manera totalmente trágica. Esta es su historia.
¿Quién fue Fanny Cano, la primera actriz en meterse en la piel de “Rubí”?
María Francisca Isabel Cano Damián, mejor conocida como Fanny Cano, nació en Huetamo, Michoacán un 28 de febrero de 1944 –aunque se cree que nació entre 1945 y 1948- y era la segunda de seis hijos de una familia muy tradicional, destaca Univisión.
De acuerdo al medio, cuando cumplió 10 años, su familia se mudó a la capital para instalarse definitivamente. En su hogar, Fanny se destacó como una estudiante aplicada, que disfrutaba jugar voleibol, ir a misa, cuidar a niños y escuchar música.
Cuando ya se hizo mayor y tuvo que escoger una carrera, se matriculó en la Universidad Nacional Autónoma de México para estudiar licenciatura en Psicología sin imaginarse que un encuentro en la cafetería cambiaría por completo los planes para su vida.
En 1962, la estrella en potencia conoció en el alma máter a José Luis Rodríguez, ‘Palillo’, y al periodista de espectáculos Jaime Valdez, quienes cautivados por su belleza la instaron a participar en el concurso de belleza estudiantil donde Fanny arrasó y se alzó como ganadora.
A partir de ese momento, empezó a usar el nombre Fanny y su retrató comenzó a difundirse en todos los periódicos nacionales lo que le brindó una gran exposición. De hecho, ese mismo año y gracias a Valdez, la joven obtuvo su primer papel en la película El cielo y la tierra, donde actuó como amiga de la gran Angélica María.
Según Univisión, a Fanny no le gustó su apariencia en el filme donde luce el cabello oscuro y repudió su actuación, por lo que se prometió no hace otra cinta, pero Valdez la llevaría a prepararse como actriz con el maestro Seki Sano y la joven se dio una segunda oportunidad en el mundo de la interpretación.
Ascenso en su carrera
Al año siguiente de su elección como «Reina de los estudiantes», la carrera de Cano comienza a despegar al obtener un rol en la cinta Entrega inmediata de Cantinflas. Posteriormente, grabó muchos más destacables proyectos ese año y el siguiente, como Buenas noches, año nuevo. Así, su nombre y fama comenzaron a ascender convirtiéndose en una prominente figura del cine de la década.
Por otro lado, la belleza clásica de Fanny, su cabello rubio y su figura perfecta, que muchas veces expuso en la pantalla con escotes, bikinis o lencería, se hicieron parte de su imagen característica y reconocida. No obstante, el medio señala que en un momento le llegó a frustrar solo obtener roles como símbolo sexual.
Ya en 1965, era una superestrella de cine y la televisión, mundo en el que también entabló entrañables amistades. Por ejemplo, ese año fue la antagonista en La mentira, novela que además protagonizaron Enrique Lizalde y Julissa, quien se convertiría en su gran amiga desde ese momento hasta su muerte.
“Fanny era la mujer más buena que he conocido. Buena en el sentido de que no podía ver a alguien en necesidad: de inmediato se ofrecía para ayudar. A las maquillistas de Televicentro las ayudaba económicamente, más si tenían hijos. Era generosa y amable. También algo tímida y reservada, lo que contrastaba con su imagen de mujer fatal”, contó Julissa sobre su amiga en una entrevista exclusiva para Univisión Entretenimiento.
“Era sumamente empática y cariñosa, pero también tenía miedo de ser lastimada y por eso tardaba mucho en establecer relaciones serias. No tenía novio, aunque salía con amigos, pero el verdadero amor le llegó mucho más tarde, hasta conocer al hombre que sería su esposo”, agregó.
En los años venideros, Fanny Cano actuaría en importantes éxitos como Operación secretaria, Los perversos, y la polémica cinta Tres noches de locura con Jacqueline Andere y Maricruz Olivier. En la televisión, fue la estelar de dos exitosas telenovelas a finales de los 60 e inicio de los 70: Rubí y Yesenia.
Sufría interpretando a Rubí
Sobre el rodaje de Rubí, Irma Lozano, la actriz que encarnaba a Maribel, aseguró que ella era una persona muy noble que sufría interpretando al personaje principal por las maldades que hacía.
«Fanny era tan noble, que le causaba conflicto tener que decirme ‘coja’ en las escenas que teníamos en ‘Rubí’. Se arrepentía de todas las cosas horribles que hacía su personaje. Era tan tierno verla hacer eso, que era imposible creer que una muchacha tan de buen corazón, pudiera interpretar con tal naturalidad a un monstruo”, manifestó en una entrevista según reseñó Univisión.
Con una gran fama y reconocimiento, Fanny Cano se mantenía solitaria y sin ninguna relación sentimental estable hasta que conoció en 1973 al político Sergio Luis Cano, de quien se enamoró pero no se unieron en matrimonio sino hasta 1980. Era seis años mayor que ella y nunca tuvieron hijos.
En los 70 grabó varias cintas y telenovelas de renombre como La amante perfecta, Las cadenas del mal, Flor de durazno, Las cautivas y Muñeca. Luego, estuvo un tiempo alejada y regresó con Zona roja en 1975. En esta época también experimentó la producción junto a Julissa con cintas como Una mujer honesta.
La última novela que grabó fue Espejismo, en 1981. Después de esto, se tomó unos años lejos de la pantalla y para 1983 ya meditaba su posible regreso a la televisión con la telenovela La Traición, cuando un lamentable evento le arrebató la vida.
Una despedida temprana
El 7 de diciembre de 1983, Fanny Cano y su esposo murieron en un terrible accidente aéreo en el Aeropuerto Internacional de Barajas, en la ciudad de Madrid.
La pareja abordó el vuelo con destino a Roma para pasar las Navidades junto a la hermana menor de ella, Rosa Elvia, pero al momento de despegar, el avión colisionó con otra nave que estaba aterrizando en la pista equivocada debido a la niebla.
El impacto dejó ambas naves destrozadas y generó un incendio que provocó la muerte de la actriz de 39 años de edad, su marido y otras 91 personas.
Su temprana y trágica partida devastó a su familias, amigos y al mundo del espectáculo. Posteriormente, sus restos fueron repatriados y en una tumba en el panteón Jardín se grabó el nombre de la leyenda que sigue viva en las decenas de producciones que la consagraron para la eternidad.
