Una de los aspectos de Yo soy Betty, la fea que sin duda marcó a la audiencia fueron las apariciones sorpresa de decenas de famosos artistas, reinas de belleza y otras notables figuras de la época que aceptaron gustosamente tener una participación en el exitoso teledrama.
Una de estas inolvidables estrellas que hicieron una intervención especial dentro de la icónica historia creada por Fernando Gaitán fue el cantante Franco de Vita, quien dijo presente interpretándose a sí mismo en uno de los instantes más importantes de la telenovela: cuando ‘Beatriz Pinzón’ comienza su transformación física.
Así fue la divertida aparición de Franco de Vita en Yo soy Betty, la fea
En la histórica ficción, el intérprete de “Tú de qué vas” protagonizó quizás uno de los cameos más divertidos y recordados por los espectadores cuando coincidió con ‘Betty’ en Cartagena, justo después de que ella diera el primer paso para su embellecimiento y empoderamiento personal.
En este capítulo, una asustada ‘Beatriz’ cede ante la insistencia de su nueva jefa, ‘Catalina Ángel’, y asiste con ella a una peluquería donde por primera vez un estilista diferente al “de confianza” la atiende y le deja una melena sedosa y libre de su particular flequillo.
Aunque estaba muy asustada al principio, la economista se impresiona cuando mira en el espejo los resultados que confiar en su nueva amiga estaba produciendo pues, con solo un pequeño corte y la nueva ropa que compró con su ayuda, ya lucía radicalmente diferente a la mujer que todos en Ecomoda recordaban.
Posteriormente, con su recién estrenado cambio de look, la protagonista asiste a ‘Ángel’ en la búsqueda del compositor ítalo-venezolano con quien esta última tenía una reunión. Ambas se separan y ‘Betty’ lo encuentra primero leyendo el periódico en un restaurante en la terraza del hotel donde se hospedan.
El cantante le pide que lo acompañe a esperar a su jefa y gentilmente la invita a sentarse junto a él en la mesa. ‘Beatriz’ duda y le confiesa a la celebridad que “la pone nerviosa” estar en su presencia pero al final accede.
Mientras él decide continuar leyendo, la joven no puede evitar cantar “Un buen perdedor”, uno de los temas más famosos del artista de la década de los 80. Al escucharla, de Vita le sonríe y ella admite apenada: “Me imagino que es un sacrilegio escucharla en mi versión y con mi voz”, pero él le replica que canta bien.
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Posteriormente en el encuentro, Betty no puede dejar de observar su nueva imagen en el espejo, captando nuevamente la atención del cantautor quien al verla afanada le afirma que “se ve bonita”. La entonces exasistente de ‘Armando Mendoza’ se ríe, negada a creer que el piropo sea verdad, señala el sitio web de RCN.
“Se ve muy bonita, además muy fresca, como una lechuga”, agrega. Ante la reiteración del halago, Betty aún permanece incrédula y le pregunta si está convencido o si es que le expresa lo mismo a todas sus admiradoras.
No obstante, él insiste en que está “muy bonita” y entonces ella hace una difícil confesión: nunca nadie le había manifestado semejantes palabras en toda su vida. Poco después, ‘Catalina’ aparece y ‘Betty’ sostiene un segundo encuentro pero esta vez con el empresario francés ‘Michel Doinel’, quien también la alaba por su aspecto.
Usuarios reaccionan a la participación de Franco de Vita en Betty, la fea
Aunque han pasado ya décadas desde que la emblemática escena se estrenó, los amantes de la novela y los nuevos fieles que la siguen a través de los servicios de streaming han asegurado en redes sociales que amaron la enternecedora, cómica y torpe reunión entre Betty, la fea y ‘Franco’.
“Esta escena con Franco de Vita es la mejor de todas”, “Betty conociendo a Franco De Vita en Cartagena es un momento icónico de la historia colombiana” y “Betty representa lo que yo haría si tuviera al frente a Franco de Vita”, son algunas reacciones en Twitter.
Recordemos que tras renunciar a Ecomoda, ‘Betty’ recibe la ayuda de ‘Catalina Ángel’ quien, conmovida por la situación que atraviesa tras enterarse del engaño de ‘Armando’, le ofrece un trabajo como su asistente.
Luego, ambas viajan juntas a Cartagena, donde la relacionista pública está encargada de algunos detalles del Concurso Nacional de Belleza. Mientras trabajan, la nueva jefa de Betty se comporta como su hada madrina y la impulsa a hacer los cambios necesarios para dar pie a una verdadera metamorfosis por dentro y fuera que le permitan iniciar una nueva vida.
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