Este 2020 ha dejado grandes películas en las diferentes plataformas de streaming. Una de ellas es «Enola Holmes», protagonizada por la queridísima Millie Bobby Brown, reconocida por interpretar en «Stranger Things» a la aclamada Eleven.
Pero en los últimos días, la película de Netflix ha estado en el centro de una demanda por un presunto caso de infracción a derechos de autor.
«Enola Holmes», basada en las aventuras de la hermana menor de la familia de detectives, cuenta con la participación de Henry Cavill como Sherlock y de Sam Caflin como Mycroft. La familia de Arthur Conan Coyle, creador del irreverente Sherlock Holmes, demandó a la plataforma y los productores de la película, a la compañía Legendary Pictures, la editorial de las novelas de Nancy Springer, a la autora y otros por una supuesta violación del copyright.
Según los demandantes, la interpretación de Cavill posee elementos de las 10 últimas historias escritas por Coyle, en las que se muestra un Sherlock más amable y empático. La disputa legal, básicamente, es porque precisamente esos argumentos son válidos para una denuncia por infracción a derechos de autor, a pesar que desde 2014 las historias de Sherlock Holmes son de dominio público, y es que las últimas 10 aún pertenecen a la familia Coyle.
La respuesta de los productores
Los productores de «Enola Holmes» afirmaron, según ‘THR’, que la familia Coyle está tratando «de forma injusta» de evitar que los creadores de la benjamina utilicen a Sherlock en películas originales. El personaje de Enola Holmes no fue creado por Doyle, sino por por Springer.
El abogado de los acusados, Nicolas Jampol, defendió a sus clientes afirmando que uno de los principios fundamentales de la ley de derecho de autor es que «las ideas, los sentimientos generales, las emociones y los rasgos de personalidad no se pueden proteger». Ese argumento defendería a los productores de «Enola Holmes» para que sigan creando historias sobre la joven detective.