Raúl Araiza apenas daba sus primeros pasos en la actuación cuando en el año 1991 su carrera súbitamente despuntó al protagonizar junto a Daniela Castro la telenovela Cadenas de amargura, uno de los melodramas más emblemáticos, exitosos y recordados en la historia de la televisión en México.
El clásico mexicano, producido por Carlos Sotomayor, representó un verdadero “parteaguas” en la vida del actor que encarnó su primer papel principal en esta ficción televisiva que acaparó por completo el gusto del público de la época con la trama centrada en una mujer llena de odio que desquita la amargura que carga por una decepción amorosa pasada con su inocente sobrina.
Con el proyecto, el tercero en el que participaba en su trayectoria televisiva, el joven Araiza cautivó con su impecable interpretación en la pantalla y demostró que, más que apellido, había heredado el talento y galanura de sus famosos padres, Raúl Araiza y Norma Herrera.
El aspecto de Raúl Araiza cuando dio vida al inolvidable ‘Gerardo Garza’ en Cadenas de amargura
En la sencilla pero inolvidable y desgarradora trama escrita por Cuauhtémoc Blanco y María del Carmen Peña, el entonces histrión de 26 años personificó al galán ‘Gerardo Garza Osuna’, un joven noble y de buenos sentimientos que se enamora perdidamente de ‘Cecilia’, interpretada por Castro, un amor por el que deberá luchar junto a su amada ante la férrea oposición de su malvada tía ‘Evangelina’.
Como recordaremos, inicialmente ‘Gerardo’, quien trabaja en una dulcería, tiene una relación con ‘Sofía’, la mejor amiga de la protagonista; sin embargo, más adelante descubre que su corazón le pertenece a la tierna ‘Cecilia’, a quien le confiesa sus sentimientos y es correspondido. Desde entonces, ambos deciden vivir su amor en secreto para no lastimar a su amiga ni despertar la envidia de su tutora.
Tras 80 episodios en los que esta pareja sufre y sortea todo tipo de obstáculos para poder vivir su relación, que es como una luz en ese mundo de desesperanza, ambos logran encontrar la felicidad y la libertad, sellando su romance frente al altar en una emotiva boda que millones de televidentes en todo el mundo todavía recuerdan con cariño.
Por su trabajo en esta memorable telenovela, el galán ganó el premio TVyNovelas al mejor actor joven y, a partir de ese momento, siguió imparable construyendo una trayectoria de éxito en la televisión de la que hoy disfruta a sus 56 años.
Retrato de familia (1995-1996), María Isabel (1997-1998), Gotita de amor (1998), El derecho de nacer (2001), El juego de la vida (2001-2002), Clap, el lugar de tus sueños (2003-2004) fueron algunos de los melodramas en los que participó tras Cadenas de amargura.
Como actor, su última aparición fue en Relatos Macabrones (2020); empero, hoy en día Araiza está convertido además en uno de los más queridos presentadores de televisión gracias a su trabajo desde hace varios años en programas como Hoy y Miembros al aire.
Aunque en la actualidad todavía luce un muy buen aspecto conservado y lozano, “El negro” ha tenido un cambio físico considerable con el paso de los años pues ahora luce con orgullo un cabello plateado, es menos delgado y presenta algunas líneas de expresión. También lleva una barba cuidada que no usaba cuando estaba en la flor de la juventud, donde quedó inmortalizado en las telenovelas de antaño en las que actuó.
No obstante, a pesar de la exitosa carrera que Raúl ha construido los últimos 29 años, sin duda alguna Cadenas de amargura sigue siendo una de las producciones más importantes de su vida, no solo porque lo catapultó a la fama, sino también por la “amargura” en la vida real que vivió detrás de escenas con Castro, con quien formó una de las parejas juveniles más populares en la década de los noventa.
Hace algunos meses, el actor abrió su corazón sobre este noviazgo en el programa La última y nos vamos, donde contó al presentador Yordi Rosado que su relación con la eterna ‘Cecilia’ fue “enfermiza”.
“Fue un noviazgo muy sonado, la quise muchísimo, sus papás divinos, pasé muchas cosas increíbles con ella y también un amor enfermizo de repente en sus partes, de idas y regresos, ella me quería mucho (…) pero también mucho controlar y yo no me dejaba», confesó.
Raúl Araiza recordó que ambos se conocieron en la novela Nuevo amanecer de 1988, una historia donde conformaron la pareja juvenil. Tras su participación en esta historia, mantuvieron un romance por cinco años que concordó con el melodrama que protagonizaron en 1991.
“Hicimos Cadenas de amargura, que fue una novela que paró a México (…), y sí eran de amargura porque nos madreábamos fuertísimo pero así éramos la Dani y yo, pero nos enamoramos en Un nuevo amanecer y una niña divina, la verdad súper decente, súper linda y la pareja aparte funcionaba muy bien pero estábamos chavos”, afirmó.
Asimismo, explicó que parte de los problemas que tuvieron mientras trabajaban en esta producción se debieron a que los besos que se daba con Cynthia Klitbo para la ficción despertaban los celos de Daniela.
“(Daniela me decía) ‘¡¿por qué besas a Cynthia Klitbo así?!’, porque Cynthia me daba unos besotes y luego Alexis (Ayala) se los daba a ella (…)”, reveló entre risas. Igualmente, contó que muchas veces llegaron a discutir fuertemente en los camerinos y el productor intervenía para que salieran a grabar.
“Nos dábamos unas peleadas en el camerino, nos encerrábamos (…) y ahí nos iba a tocar Carlos Sotomayor, el productor, y nos decía ‘chicos, ya salgan”, destapó. Afortunadamente, hoy en día, ambos recuerdan con gracia su tormentosa relación.
“Dani y yo nos seguimos riendo mucho porque sí nos hacíamos unos shows así de me bajaba del coche, se bajaba ella, entonces yo la tenía que ir siguiendo en el coche, ella se subía, aparte ella con el temperamento que tenía y luego yo también le toqué muy desmadrado o muy borracho”, admitió Raúl Araiza.