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Así lucía Gaby Spanic cuando fue miss hace casi 30 años

La actriz venezolana tenía 18 años cuando participó en el certamen de belleza más importante de su país.

Foto/@gabyspanictv

Con más de 20 años de trayectoria artística a sus espaldas, Gaby Spanic ha logrado erigirse como uno de los rostros preferidos de la televisión. La actriz venezolana se ha hecho de la fama y el cariño del público gracias a sus impecables interpretaciones en telenovelas mexicanas de éxito mundial, como La usurpadora, el melodrama que protagonizó en 1998 y marcó un antes y después en su carrera.

Sin embargo, apenas seis años antes de dar su gran salto a la fama y consagrarse como una de las actrices de telenovelas más destacadas con su doble papel de ‘Paulina’ y ‘Paola’, Gaby era solo una joven de 18 años con grandes ansias de llevarse una corona: la del Miss Venezuela.

Aunque siempre quiso ser actriz, antes de obtener sus primeros papeles principales, la estrella arrancó su carrera en el mundo del espectáculo concursando en el certamen de belleza más importante de su país. Y, aunque no llegó a colarse entre las finalistas, le sirvió como trampolín para alcanzar sus sueños gracias a la belleza, porte y presencia que proyectó sobre el escenario.

El aspecto de Gaby Spanic a sus 18 años

Fue en septiembre de 1992, a solo unos  meses de cumplir sus 19 años, cuando Gaby Spanic se dio a conocer en su natal Venezuela gracias al concurso de belleza nacional más destacado. Luciendo hermosa, representó al estado Guárico, donde nació un 10 de diciembre de 1973, y se paseó con gran seguridad sobre un estrado donde aquella noche también concursaron las hoy estrellas Natalia Streignard, Michelle Badillo y Scarlet Ortiz.

De aquellos recuerdos que la marcaron, muchos quedaron inmortalizados en fotos que ella no ha dudado en compartir con sus seguidores en redes sociales, contadas postales en donde se la ve derrochando belleza con una melena rubia, rostro de porcelana y una figura espigada y estética en la flor de la juventud.

Aunque al final Gaby no pasó al cuadro de finalistas y la ganadora de la trigésima novena edición del Miss Venezuela fue Milka Chulina, gracias a esta plataforma de inmediato pudo lanzar su carrera como actriz al ser llamada para participar en diversas telenovelas en el país.

Además de abrirle la puerta hacia sus verdaderos sueños, el concurso fue una experiencia muy importante en su vida aunque quizás no la más grata pues hubo sucesos durante su participación que para ella “no fueron leales” y “no debieron haber ocurrido”.

“Yo venía de una familia muy humilde y todo el pueblo  hizo rifas y cosas para comprarme mi vestido con un diseñador muy famoso hoy en día. De repente, el día del concurso, el vestido (estaba) roto y no era el modelo que habíamos elegido. Este diseñador dijo que entraron a su atelier y echaron a perder el vestido. Fue horrible. Como la historia de la Cenicienta. Él también se tenía que encargar de los zapatos”, contó sobre las vicisitudes que atravesó en el certamen en una entrevista al periodista Gustavo Adolfo Infante en el año 2017.

“Cuando llegó el vestido, yo me puse casi que a llorar (…). Me tuve que poner el tacón que no me entraban, me tuve que colocar crema y colocarme los tacones a fuerza”, continuó narrando Gaby Spanic en la conversación para el programa El minuto que cambió mi destino.

“El vestido originalmente era pegadito y después me hicieron una cosa así (pomposa) como muñeca de pastel y pegaron el forro de abajo con alfileres.  Mientras yo estaba desfilando, me picaban los alfileres. (…) No podía ni caminar, fue una experiencia horrible, casi me caigo. Entonces, yo digo que esas cosas no deberían pasar en un concurso de belleza”, agregó.

La actriz aseguró que además sufrió otros problemas durante su actuación, como el hecho de que  cortaran su aparición de la antesala pregrabada. “Se hizo la antesala del Miss Venezuela, un programa especial; de repente sacan a una muchacha del concurso y luego de que habíamos grabado el programa (…) confundieron la muchacha conmigo, yo sí había grabado el programa y no salí”, dijo.

“Ocurrieron muchas cosas que (yo decía): ‘Ay, Dios mío ¿qué está pasando aquí?’ Entonces, sí (me boicotearon). No es justo”, aseveró.

Gaby Spanic

Tras finalizar la competición, Gaby Spanic cuenta que lloró, comió chocolate y fue a un restaurante italiano a comer carbohidratos porque “pasó hambre” para poder estar en el peso que le exigían de acuerdo a sus 1.75 metros de altura.

No obstante, cree que dejando de lado lo negativo, aprendió la disciplina y se ganó una beca. “Sí fue mucho esfuerzo, la ilusión de una adolescente de quedar en algún concurso pero lo positivo es que me gané mi beca para actuar”.

Asimismo, contó que Osmel Sousa, quien fuera el presidente del Miss Venezuela durante años, le gustaba ella y la seleccionó para participar en otro certamen internacional importante como representante del país, pero ella al final rechazó la propuesta.

Gaby Spanic

“(A Osmel Sousa) le dio coraje que el jurado no escogieran a Gaby Spanic entre las últimas 5 finalistas (…) hay muchos concursos donde tienes que representar a Venezuela en el extranjero y él me escogió.  (Me dijo) ‘los jurados no te eligieron pero yo quiero que vayas al Miss Café (…) y quiero que vayas a representar a Venezuela’. Y eso salió en toda la prensa internacional y a última hora yo dije que no”, recordó.

La intérprete que abandonó la carrera de Psicología para dedicarse al modelaje y la actuación, que estudió en el Centro de Investigación Teatral Luz Columba, después del concurso no tardó en demostrar que tenía todo para ser una gran protagonista de novelas. Y, tras varios años trabajando en Venezuela, Spanic viajó a México en 1998 para estelarizar La usurpadora, una novela que la lanzó al estrellato mundial y afianzó  su carrera.

Posteriormente, la también empresaria y escritora actuó en otros títulos como La intrusa, La venganza, Emperatriz, Soy tu dueña o Siempre tuya Acapulco, su última telenovela en la pantalla chica mexicana; sin embargo, los últimos años se ha mantenido activa sobre las tablas con participaciones en obras de teatro, tales como Divinas.

A 28 años de su etapa como miss, ahora consagrada como una de las intérpretes favoritas del público, Gaby acaba de culminar con éxito su regreso a la televisión como una de las participantes del programa Dancing with the Stars versión Hungría, país al que viajó junto a su adorado hijo, Gabriel de Jesús.

Y el pasado 10 de diciembre, Gaby Spanic arribó a su cumpleaños número 47  más satisfecha que nunca con sus logros en todos los ámbitos de su vida, demostrando que no tienes planes de envejecer y que al presente continúa siendo unas de las artistas preferidas en Hispanoamérica.

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