Valentino Lanús llegó a ser uno de los galanes más cotizados en la televisión mexicana durante la primera década del tercermilenio. Desde su debut en 1997 en la telenovela María Isabel, el histrión estuvo imparable conquistando al público con su talento, carisma y galanura.
Tras pasar años de éxitos, su presencia en la pequeña pantalla se fue diluyendo hasta que, veinte años después de su estreno actoral, decidió retirarse definitivamente de los melodramas tras su actuación en la telenovela Nada personal (2017).
Sobre su motivación para despedirse para siempre de los reflectores, el actor confesó que se debió a una persona muy importante para él: su hija María Magdalena, nacida en febrero de 2016. Y es que el intérprete quería dedicarse de lleno a la paternidad, por lo que eligió a su familia por encima de la fama y el reconocimiento.
«Paré mi vida para ser padre, una segunda madre, al principio mi bebé me decía mamá también, claro aquí estoy entrando en todo», develó en una entrevista para la agencia JDS en 2017, según publicó Univisión.
Asimismo ese año, en otra plática con el programa ¡Cuéntamelo ya!, agregó: «Ser padre no es un título, es un merecimiento y que solo llegas estando en el lugar. Llegar a la paternidad y atreverte a decir: soy padre, requiere unos acontecimientos muy verdaderos y de un merecimiento, que hoy me atrevo a decir, estoy defendiendo para ganarme ese título y decir soy padre”.
Sin embargo, durante estos últimos años, la vida del protagonista de telenovelas de éxito como Las tontas no van al cielo no solo ha estado abocada a la crianza de su hija, también dio un vuelco radical gracias a su decisión de adentrarse además a un mundo más espiritual.
La vida de Valentino Lanús tras dejar las telenovelas
Desde hace tiempo, Valentino se adentró de lleno en un nuevo estilo de vida más profundo, en base a sus necesidades como persona, completamente alejado del glamur al que estaba acostumbrado como estrella. Con el fin de lograr esto, se alejó de todo lo que conocía y se estableció en la selva, donde comenzó una preparación para convertirse en el guía espiritual que es actualmente.
En una entrevista con Caras, publicada en días recientes, Lanús aseguró que la espiritualidad siempre fue muy importante en su vida. De hecho, cree que «es uno de los caminos iniciales de cada persona encarnada, es la ruta de expansión de la conciencia, viví los últimos años en la selva y en la contemplación del mar descubrí grandes verdades. Me dediqué a escribir y documentar al respecto con resultados y respuestas simplemente fascinantes”, contó.
Asimismo, agregó que “un sinfín de experiencias y de búsquedas dentro de las prácticas de yoga y sus variantes, así como el estudio de textos sagrados antiguos, han llenado de magia y sabiduría mi vida y la de mi familia”.
En la plática, el también fanático de la fotografía de 45 años develó igualmente que, entre otras cosas, ahora practica artes marciales.
Enfocado en su paternidad
Valentino Lanús reiteró que aparte de su vida espiritual, su prioridad sigue siendo su familia y, especialmente, la crianza de María Magadalena.
“(Me encuentro) en una etapa intensa y fantástica: la paternidad. La formación consciente de una familia es una gran aventura y ha requerido mi total atención”, dijo.
“Cada día es una nueva experiencia y una oportunidad de descubrir, reinventar y disfrutar. Esta es la prioridad más importante en mi vida, sin dejar de lado la dedicación a mis prácticas evolutivas de yoga, y ahora artes marciales como parte de mi desarrollo físico y el aprendizaje de nuevas técnicas para compartir con otras personas”, confesó al medio.
Actualmente, lleva también un look muy cambiado con el cabello largo, una barba abundante, ropa holgada y cómoda acorde a su forma de vivir.
Y, aunque el protagonista de Llena de amor se mantiene lejos de los sets de filmación, continúa activo en sus redes sociales, donde de vez en cuando deja entrever aspectos de la nueva vida que adoptó en compañía de su familia, las prácticas con las que mantiene su mente y cuerpo sano y los viajes que ha hecho junto a sus seres amados.