Muchas películas, series y telenovelas suelen ser un éxito durante su transmisión original dada su trama atrapante y entretenida, pero años más tarde puede no solo convertirse en un clásico de las artes audiovisuales sino también un ejemplo para muchas personas e incluso para un movimiento en específico, como es el caso de “Yo Soy Betty, la Fea” y la gran importancia que ha tomado en el feminismo moderno.
SI bien han habido otros grandes modelos del feminismo como los libros de la escritora chilena Isabel Allende, donde las lecciones y las tramas de sus historias son más profundas y con un tono más dramático y serio, Yo Soy Betty, la Fea ha sabido calar en la audiencia femenina de una manera más orgánica, dejando algunos ejemplos más cotidianos de modo que muchas personas puedan entender el mensaje de manera más fácil.
¿Por qué Yo Soy Betty, la Fea se ha convertido en un ícono del feminismo?
Empoderamiento en su protagonista
A pesar de que su protagonista tenía muchas “desventajas” a la hora de sobresalir en el mundo de la moda porque su apariencia era considerada “fea” por la mayoría de las personas en su sitio de trabajo, con el tiempo Betty (Ana María Orozco) demostró que los cánones de belleza no significan mucho en el mundo de los negocios cuando se tiene conocimiento y astucia, algo que muchos ignoraron ya que solo se fijaron en su exterior.
Y si bien al principio solo ejerció en un puesto básico como asistente a cargos mucho más elevados, con el tiempo le demostró a la junta directiva que era la opción más indicada para llevar la presidencia de Ecomoda, probando no solo a los personajes de la telenovela sino también a los espectadores que una mujer preparada, inteligente y astuta está más que capacitada para un cargo administrativo de alta responsabilidad.
La unión entre mujeres hace la fuerza
A pesar que no todos los personajes femeninos se ayudaban entre sí en la telenovela, muchos de ellos sí lo hacían, como por ejemplo todas las integrantes del famoso “cuartel de las feas”.
El grupo compuesto por mujeres que todos en Ecomoda las consideraban como “desarregladas” terminaron uniéndose no solo por sus aparentes similitudes físicas sino también porque tenían el deseo de apoyarse entre ellas, plantándose en más de una ocasión contra el machismo de Armando Mendoza y Mario Calderon, dos figuras de alto poder dentro de la empresa. Esto a su vez lleva al siguiente punto:
Las mujeres no se limitaban por su género, posición o apariencia
Si bien esto tardó un poco en desarrollarse dentro de la telenovela para algunas más que otras, este detalle siempre estuvo evidente en más de una ocasión, mostrando a varias mujeres no solo en puestos de poder como Betty en los episodios finales, sino también a otras chicas como las del cuartel de las feas con valía para plantarse contra algun opresor o conseguir el hombre que ellas querían.
Otro ejemplo a destacar son dos de las antagonistas de la Yo Soy Betty, la Fea, Marcela Valencia y Patricia Fernandez, que si bien durante casi toda la duración de la telenovela se encargaban de menospreciar a Betty y al cuartel de las feas, este par también fue un ejemplo sobre cómo sobrevivir de manera exitosa dentro de una empresa dominada por hombres.
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