Alejandra Guzmán vaya que ha tenido una vida intensa, llena de muchos éxitos profesionales pero también de momentos muy duros que han intentado derribarla, pero ella siempre se ha caracterizado por tener una fuerza vital infinita, que se enfrenta a cualquier tropiezo que se le presente.
Así lo dejó claro en una reciente entrevista que concedió a Yordi Rosado para su canal de YouTube, donde abrió las puertas de su hogar y de su corazón para hablar de los temas más álgidos de su vida.
Alejandra Guzmán lo cuenta todo sobre su relación con Pablo Moctezuma
Durante la conversación, que se prolongó por más de una hora, la intérprete de «Yo te esperaba» se reconoció intensa en el amor, ya que se entrega por completo: «Sí claro, doy todo por nada y sí, me han dado mis cachetadas la vida y el amor, pero creo que cuando uno da, así recibe o quién sabe, no espero recibir, yo doy (…) pero sí, nunca me ha tocado alguien que me dé de verdad».
A pesar de las decepciones amorosas, enfatizó en que cree en el amor verdadero y que, contrario a lo que muchos piensan, es una romántica total y una mujer muy sensible, para nada agresiva. «Me gusta que me enamoren, que me digan cosas lindas, que me vean con mirada así de wow, que me hagan sentir una diosa, que me manden flores claro que me encanta», enfatizó.
Aunque el amor le ha traído varios momentos complicados en su vida: como su pasada relación con Pablo Moctezuma, padre de su única hija Frida Sofía. Comentó que vivieron una increíble historia de amor por más de una década, pero todo comenzó a cambiar con el nacimiento de su hija.
«Yo lo conocí como a los 16 años y anduve como 10 años con él, anduvimos mucho tiempo, era un amor así como wow (…) tuvimos a Frida y yo recuerdo que le dije si tú no me apoyas yo la voy a tener, no me importa (…) a los 23 años me embaracé y a los 24 la tuve», comenzó recordando aquella etapa.
Reconoció que Pablo sí le dijo que la iba a apoyar con su hija Frida, pero al final se encontró con otra realidad:
«Sí me dijo yo te apoyo pero realmente yo veía por ella, entonces era difícil ver que jugaba Atari todo el día con sus amigos y que yo llegaba de trabajar y estaba lleno de amigos y de chavas, hasta que dije nah, esto no va a llegar a mucho y decidí dejarlo».
«Pero decidí dejarlo porque también se ponía celoso de un video (…) que había un modelo guapísimo, argentino, con los ojos azules, y pensaba que yo había tenido que ver con él y yo no hombre, ojalá pero eran unas tranquizas que olvídate, tranquizas buenas, entonces dije hasta aquí llegamos», agregó.
También de sus más de 40 operaciones
Durante muchos años, Alejandra Guzmán ha tenido que luchar contra los biopolímeros que se inyectó en el pasado, viviendo situaciones muy duras y siendo sometida a una absurda cantidad de operaciones que ha tratado de sobrellevar con la mayor entereza posible.
«Ha sido una lucha muy dura, ha sido una lucha muy larga, en la cual he aprendido las curvas, las rectas y todo (…) tengo una doctora en este momento que es la que mejor me ha operado sin ser tan agresiva (…) yo, cuando empezó esto, era el 2012, estaba cantando con Moderatto en esa época y yo salía con unas alotas y apenas con mi cadera de titanio -que ya la tenía nueva- empecé a darme cuenta de que no estaba bien de la salud cuando estaba en Londres haciendo un disco», dijo sobre el momento en el que comenzó a sentirse mal.
Desde la primera vez que la operaron, ha cambiado incontables veces de doctor: «La primera vez que me operaron fue una tortura, porque me arrancaron todo en vivo ya que lo tenía yo adentro y por eso quise cambiar de doctor, me regresaron mi dinero, cambié de doctor. Y así cada vez que yo veía que ya no sabían qué hacer conmigo, cambiaba de doctor».
«Sabes qué me daba desesperación, que no sabían cómo ayudarme, no hay ningún libro donde diga cómo, entonces pues yo firmé documentos de órale, hagan experimentos conmigo, no los voy a acusar si me muero ni nada, lo hice en frente de mi mamá, de todos los doctores de ese hospital (…) y uno de ellos dijo, qué pantalones tienes y le dije sí señor, porque quiero vivir y estuve seis meses ahí adentro».
Confesó que las operaciones y su condición de salud no le han impedido continuar con su vida y su trabajo, que la llena de emoción y pasión: «Tenía una herida de 27 centímetros para arriba, para abajo, para un lado y para el otro (…) todavía me siguen sacando (…) pero aún así, yo sigo cantando, una vez me fui a hacer un concierto con el drenaje (…) al final no para mi vida, realmente cada vez es menos lo que me sacan (…) cada año casi me operan, me han operado como 40 veces, tengo una historia clínica que wow, me deben cambio ahí en el hospital, soy la VIP de ahí».
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