El bebé de una de las portadas de discos más emblemáticas, la del Nevermind de Nirvana, quien sólo tenía cuatro meses de vida cuando apareció en ella, demandó a la agrupación por considerar que dicha imagen constituye un delito de pornografía infantil.
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Spencer Elden, de ahora 30 años, presentó una acción judicial en el tribunal federal de Los Ángeles, en la que afirmó que sus padres nunca firmaron una autorización que le permitiera al grupo usar la fotografía, indicando además que él tampoco recibió compensación económica.
Elden pide el pago de al menos 150 mil dólares a cada uno de los integrantes de Nirvana y a los herederos de Kurt Cobain; además del fotógrafo de la imagen, al director de arte de la portada y a todas las compañías discográficas que lanzaron o distribuyeron el álbum durante los últimos 30 años.
Otras portadas de discos
El caso de Nevermind no es el único, durante la historia de la música han sido varias las portadas de discos que han causado polémica.
Quizá el caso más paradigmático de portada escandalosa es la del doble álbum Electric Ladyland, de The Jimi Hendrix Experience. La compañía de discos decidió que un harén de mujeres desnudas correspondía con la imagen que el público tenía de Hendrix gracias a sus letras repletas de cálidas referencias a las féminas, sus movimientos sexuales en escena y la apenas disimulada vocación del guitarrista de Seattle como mujeriego insaciable.
Los Beatles utilizaron unas fotografías más chocantes para ilustrar el recopilatorio Yesterday and today. En la imagen aparecían disfrazados de médicos, manchados de sangre, rodeados de muñecos despedazados que simulaban ser niños muertos.
El truculento montaje, que había sido idea del fotógrafo de una de sus sesiones, divirtió a los cuatro músicos. Aceptaron posar porque estaban hartos de las típicas fotos promocionales “happy” e inocentes que el público asociaba con ellos.
Causó tanta polémica, que las tiendas se negaron a poner aquella portada en sus exhibidores, por lo que la discográfica se vio obligada modificar la portada.
Años más tarde, fuel el mismo John Lennon quien publicó un disco en cuya portada aparecían completamente desnudos él y su novia Yoko Ono.
El contenido musical de Unfinished music No. 1: Two virgins a nadie importó, pero la portada resultó absolutamente provocativa en su tiempo.
Otras portadas de discos
Blind Faith fue un grupo que nació de las cenizas de Cream, con Eric Clapton y el batería Ginger Baker uniendo sus fuerzas a otra superestrella del momento, Steve Winwood. Sacaron su primer y único disco en 1969, pero incluso en aquellos tiempos de alegría hippie y cantos al arco iris la portada de su álbum causó un considerable escándalo. Se trataba de la fotografía de una niña preadolescente que posaba desnuda, sujetando la maqueta de un avión con supuestas connotaciones fálicas. El revuelo, lógicamente, no se hizo de esperar.
Si hubo alguien que supo sacar partido del escándalo a principios de los setenta, ese fue David Bowie. Proyectando ambigüedad sexual y dando material a la prensa con intensas declaraciones, consiguió que se hablase mucho más de él de lo que ya se habría hablado con los grandiosos discos que había estado grabando junto a Mick Ronson. Y fue precisamente en el primer disco sin Ronson, el Diamond Dogs, cuando Bowie eligió una tapa de dudoso gusto que generó polémica. Se trataba de un dibujo que lo presentaba convertido en una especie de híbrida mutación queer de un perro, conveniente provisto de sus perrunos genitales.
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