La emblemática casa de María Félix se convertiría en un museo, pero los planes cambiaron cuando su asistente personal heredó la propiedad
María Félix fue una de las artistas más emblemáticas de la escena actoral mexicana. Tras 19 años de su fallecimiento el gran legado que construyó a lo largo de su carrera sigue vigente. El talento de la actriz transcendió las fronteras de su país y conquistó diferentes territorios, como Argentina, España, Italia y Francia.
“La Doña”, como también es conocida, creó una fama alrededor de su personalidad. En más tres décadas de carrera siempre fue capaz de decir lo que sentía y pensaba, aunque por esa razón en varias oportunidades fue protagonista de diferentes controversias en el medio artístico.
A pesar del gran éxito que alcanzó María Félix en su vida, también tuvo que sobreponerse a numerosos problemas que la afectaron, como el secuestro de su hijo cuando apenas era un niño, los maltratos de Enrique Álvarez Alatorre; su primer esposo y el fallecimiento de dos de sus amores, Jorge Negrete y Alexander Berger.
Luego de tanto trabajo, “La Doña” alcanzó una jugosa fortuna y un sinfín de propiedades en diferentes lugares del mundo. A pesar de haberse construido una emblemática carrera durante la Época de Oro del Cine Mexicano, no cuenta con un museo que dé a conocer más sobre su vida y los grandes logros que alcanzó.
Incluso, el tema de su herencia causó grandes controversias en 2002, año en el que falleció a los 88 años. María Félix dejó su herencia a su asistente personal, Luis Martínez de Anda; decisión que le causó gran sorpresa a los pocos miembros de su familia.
Anteriormente, el heredero reveló en una entrevista que antes de fallecer María Félix, ella se encargó de decirle minuciosamente que tenía que hacer con cada una de sus pertenencias. Incluso, algunos de los objetos de mayor valor fue ella misma quien los vendió; como es el caso del icónico retrato que le pintó Diego Rivera.
Por otro lado, Luis Martínez de Anda aseguró que María Félix fue quien se encargó de toda la gestión del museo que se haría en su casa de Polanco en la Ciudad de México. Sin embargo, luego de recibir varias propuestas que no cumplieron con sus expectativas, “La Doña” se negó a continuar.
Luego de su fallecimiento, fueron varias las personas que quisieron llevar a cabo proyecto el algunas de las casas que dejó la actriz; pero finalmente nunca llegaron a un acuerdo y los planes fueron quedando en el pasado.
A partir de su gran auge en el cine, María Félix mantuvo una vida ostentosa y llena de lujos. Sin embargo, luego de su fallecimiento fue destinado para pagar las numerosas deudas producto de los costosos mantenimientos que requerían las casas que dejó la actriz. Por esa razón, posteriormente algunas de las propiedades fueron vendidas. “Había gastos que cubrir de las casas que fueron generando deudas por el tiempo que estuvo detenida la sucesión”, comentó Luis Martínez.
Con respecto a las costosas colecciones de “La Doña”, desde piezas de decoración, joyas y cuadros; muchas fueron subastadas en Nueva York al no conseguir interesados en México.
Luis Martínez de Anda llegó a trabajar para María Félix con tan solo 18 años gracias a la recomendación de Ernesto Alonso, quien vivía en el mismo edificio que Enrique Álvarez Félix, el hijo de “La Doña”. Durante casi ocho años, le ofreció sus servicios como chofer y posteriormente como su asistente personal.
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