«A veces es necesario ajustar una balanza para que muestre el peso correcto». Esta es una frase que dice Don Julio Blanco, personaje interpretado por Javier Bardem, en una comedia dirigida por Fernando León de Aranoa llamada ‘El buen patrón’ que se presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
La cinta está considerada como una gran candidata a ser nominada a los Oscar. Cuenta con una gran actuación de Javier Bardem, que interpreta a un director de la empresa de pesaje Básculas Blanco y que se encarga de que la balanza sea correcta. Bueno, hasta donde le conviene.
A pesar de ser una comedia social, la película muestra una cierta interpretación política de la vida, muy apoyada por los personajes, en la línea del cine italiano de los años 60 y 70, en particular de Etore Scola o incluso de Dino Risi. Quizá por ello, será inevitable no reconocer aquí la referencia a Don Corleone, el mítico personaje inmortalizado por Francis Ford Coppola y, por supuesto, a través de Marlon Brando. De hecho, la balanza que aparece en el cartel de la película remite incluso a la mano que maneja los hilos de la marioneta en la novela de Mario Puzo.
«Todos tenemos un lado Blanco. Es nuestro lado oscuro», afirmó el director al inicio del encuentro con la prensa.
Aunque reafirmó que «el humor es la mejor manera de entender las cosas y también de explicarlas». En este caso, afrontando el panorama laboral tan deteriorado en España y la forma en que se vinculan las relaciones laborales con el componente personal dentro de ese microcosmos que es la empresa.
Conozcamos a Don Julio Blanco a lo largo de los capítulos diarios de una semana en la que se divide la película. «Aquí, en Básculas Blanco, todos somos una gran familia», dice en el interior de la fábrica con una verja que parece inspirada en la entrada de Auschwitz, en la que se lee: «Arbeit macht frei» («El trabajo te hace libre» en español). Quizás ese era un lema que Blanco no rechazaría.
Aunque la película comienza con una escena de violencia racial, está claro que el tono será mucho más suave. En este caso, con la conocida dulzura con la que se maneja el destino de las Básculas Blanco, especialmente tras ser consideradas para un premio de excelencia por el gobierno provincial.
Una distinción adecuada para figurar junto a las otras que decoran la sala del señor director. El problema es que innumerables contratiempos ensombrecerán este momento. Desde la barricada de un trabajador descontento despedido en el extranjero, hasta la crisis matrimonial de otro, pasando por la ambición de un tercero, pero, sobre todo, por la forma paternalista de todas las soluciones. Como con Don Corleone.
«Cuando la escritura es tan fina, es un verdadero placer para el actor», explica Javier Bardem, uno de los más prestigiosos actores españoles. «Basta con tener el oído y el ojo abiertos y reconocer algunos de los comportamientos. El personaje ya estaba escrito así, sólo tenía que darle cuerpo. Por supuesto, fuimos añadiendo detalles, pero Julio Blanco ya era así en el guion».
De hecho, Javier no rechaza su parte de aportación:
«Yo también tendré algo de Don Julio Blanco. Por supuesto, no maté a nadie, pero cuando interpretas un papel así, tienes que sacar una parte de ti que esté dispuesta a matar. Una capacidad que todos tenemos, en cierto modo. A pesar de nuestra ética», dijo.
Bardem añadió: «El actor tiene que trabajar con lo que conoce, es decir, con la posibilidad de ser otra persona. El actor se ve obligado a revisarlo y a mirarse a sí mismo desde otros puntos de vista para empatizar con el personaje. De hecho, me resultó difícil defender a Don Julio Blanco por lo que hizo, pero también puede ser admirable por su sentido del humor».
En cuanto a la posible cercanía con la figura de Don Vito Corleone, Bardem comentó que «sólo tenía que reproducir el personaje».
Otra de las ironías de la película se refiere a la posición aislada de una persona que decide protestar. Por ejemplo, hay una escena en la que se grita por el megáfono que «el pueblo unido jamás será vencido», estando completamente solo. Quizás, es algo que nos permite revisar el significado de la palabra justicia.
«Imagino que hay varias posibilidades de abusar del poder sea cual sea el cargo que se ocupe. Pero no sé si eso es un éxito. O si el éxito es estar éticamente cuerdo. Sin embargo, me gusta pensar que la gente es buena en su esencia, a pesar del enorme número de personas que se comportan especialmente mal. Es necesario conocer esos casos y señalarlos», concluyó Bardem.
15 de octubre
Es la fecha en la que se estrenará en cines en España ‘El buen patrón’.