No entraré en detalles conspiratorios con la carrera de Don Roberto Gómez Bolaños (QEPD), tampoco juzgaré ni para bien ni para mal su legado, ya que fui uno de esos pocos latinos que vio muy poco sus programas, tampoco menciono la enorme fortuna que le dio a la empresa con la que trabajó tantos años, ni mucho menos me colgaré de su fama como muchos para hablar de algo de su obra y sus memorias en estos días, sólo que a sus frases celebres sí les daré salida y uso, me queda claro que muchas de ellas son inmortales en el caló del mexicano y la neta soy muuuuuuuuuy fan de ellas.
Dicho lo dicho, retomo el título de mi reflexión encausando estas líneas: ¿y ahora quién podrá salvarnos?, ¿qué técnico es capaz de darle una nueva cara al futbol mexicano?, ¿cuántos de los que están en los banquillos de los 18 equipos de primera división en verdad pueden darle sentido a una Liga MX que le urge más espectáculo en la cancha? Juro que todas estas preguntas nos llevarán a algo.
Esta semana uno de los temas medulares fue el fracaso de Tomás Boy (para los que no lo quieran ver así, seguirán defendiendo su soberbia ante sus pocos resultados, es decir un DT del montón inflado por su verborrea), que con una supuesta propuesta ofensiva se quedó de nuevo en los cuartos de final y prolongando la malaria del Atlas a más de 63 años sin un título. Si a esto le sumamos el trabajo mediano de Sergio Bueno con Jaguares, el despido del Ojitos por no dar el Do de pecho con los tuzos y que decir del frío y miedoso Memo Vazquez, según el clamor popular, nos da como resultado en semifinales a 3 de los 4 técnicos como los más criticados del torneo pero en la antesala de una final.
Hablo de Mohamed, Barra y el eterno Tuca. Increíble que fórmulas tan mal canalizadas para entretener en lo que más nos gusta en este país viva con ideas tan medrosas, timoratas y mediocres. Ahora entiendo el por qué Gustavo Matosas es el nuevo redentor de la pelota y de este deporte para nuestra Liga MX, el mesías del espectáculo y hoy más de 5 equipos se peleen por él. Y miren que el doble fracaso en Copa Libertadores y el osotototototote que hizo en la Concachampions con el León ya se les olvidó a todos.
Así el mundo de los parados tácticos en nuestro futbol, en nuestra pobre liguilla y en nuestra decadencia total al hablar de futbol con los que lo dirigen. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A una Liga sin grandes DTs. Ahora si Don Roberto Gómez Bolaños, ayúdeme a gritarle a los dueños del balón para buscar tener más emociones en la cancha ¿y ahora quién podrá ayudarnos?
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