En nuestros tiempos, y gracias a los avances en tecnología médica, el evitar ciertos padecimientos que generan estragos en nuestro cuerpo y salud es sólo cuestión de prevención. Esta premisa también aplica en el caso de la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE).
La DMRE se da precisamente por la degeneración de la mácula del ojo, cuya función es la de generar una visión en línea recta y que ésta sea, por supuesto, clara y nítida. Al no tener lugar lo anterior, es precisamente cuando se empieza a hablar de un posible daño en la mácula, que ya avanzado viene acompañado por síntomas más puntuales como la distorsión y opacidad de las imágenes, el desvanecimiento de colores y la dificultad para leer impresos o ver detalles como líneas rectas.
Señala el oftalmólogo Eduardo Rendón que ésta es la primera causa de ceguera legal en los adultos mayores en Estados Unidos y en nuestro país ocupa uno de los primeros lugares entre los padecimientos que limitan la capacidad visual de los mexicanos de la tercera edad.
Explica Rendón que la enfermedad tiene dos fases, una seca o primera etapa, en la que el paciente cuenta con una visión normal o casi normal, pero ya experimenta cambios en la percepción de los colores, la intensidad de la luz y las líneas rectas empiezan a verse un tanto o del todo curvas; y una segunda denominada etapa húmeda, que puede llegar a ser tan grave al punto de sólo permitor al paciente percibir bultos, luces y sombras.
Quienes hayan vivido siempre muy expuestos al sol y a los rayos ultravioleta son potenciales candidatos a padecer esta enfermedad, más aun si sufren de tabaquismo, problemas con el alcohol, son sedentarios y nunca han complementado su alimentación con complejos multivitamínicos y antioxidantes. En estos casos es importante someterse a un control oftalmológico al menos anual a partir de los 50 años.
La buena noticia es que la prevención puede evitar la aparición de este padecimiento, al tiempo que su eficaz tratamiento puede revertir casi en su totalidad sus efectos dependiendo de la fase en que comenzó a ser controlado. En este orden de ideas, el doctor Rafael Bueno, miembro de la Academia Americana de Oftalmología, añade que una de las acciones más sencillas para prevenir la DMRE o ayudar en su tratamiento es el uso de lentes fotosensibles que sean capaces de bloquar al 100 por ciento los rayos ultravioleta y además se adaptan a diferentes condiciones de iluminación.
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70 años es la edad promedio en la que puede presentarse este padecimiento. Actualmente se recomienda que desde los 50 años se acuda anualmente al oftalmólogo para descartar posibles riesgos.