Los científicos creen que la escasa exposición a estos rayos puede acarrear problemas de insomnio y de salud, en algunos casos debido a un desbalance hormonal
Sin embargo, en países fríos o en periodos de invierno, muchos se ven privados de los beneficios que proporcionan los destellos del astro rey, ya que el cristal de muchas ventanas no permite el paso de ciertas frecuencias de luz que juegan un importante papel en nuestro reloj biológico.
Los científicos creen que la escasa exposición a estos rayos puede acarrear problemas de insomnio y de salud, en algunos casos debido a un desbalance hormonal.
Es por ello, que miembros del instituto de investigación alemán Fraunhofer han desarrollado un cristal para ventanas que, aseguran, contribuye a restablecer equilibrio de hormonas como la melatonina, que influye en nuestros ciclos de sueño.
La importancia de la melatonina
Se trata de unos cristales para ventanas recubiertos de una capa especial que permite el traspaso de la luz solar y en especial de los rayos de luz azul.
Según los investigadores de Fraunhofer, receptores especiales ubicados en el extremo del nervio que conecta la retina humana al hipotálamo, reaccionan al recibir rayos de luz azul, enviando señales al área de nuestro cerebro que controla nuestro reloj biológico.
La escasa exposición a este tipo de luz aumenta los niveles de melatonina produciéndonos sueño, y un exceso de esta hormona , dicen los investigadores, puede dar lugar a depresiones y otros problemas psicológicos.
Es por este motivo que muchas personas sufren lo que suele llamar depresión invernal.
“Como si estuviera abierta”
No obstante, con las nuevas ventanas, investigadores como Walther Glaubitt esperan aumentar la exposición lumínica de las personas en estos periodos de carestía.
“Puse una fina capa de dióxido de silicona en la superficie del vidrio, lo que le permite ser anti-reflectivo dejando pasar la luz azul”, explicó a BBC Mundo Walther Glaubitt, inventor del nuevo vidrio.
Debido a esta capa, la luz pasa casi sin ninguna interferencia, por lo que da la impresión de que la ventana está abierta”.
La razón por la que el vidrio da esta impresión es que deja pasar principalmente a aquellos rayos con una longitud de onda comprendida entre los 450 y los 500 nanómetros, donde los efectos de la luz azul son más fuertes, explicó.
Se trataría del mismo sistema empleado en la fabricación de cristales anti-reflectantes para lentes de ojos, así como de los que se emplean en unidades fotovoltaicas.
El vidrio, que ya empezó a ser comercializado por la firma germano-austríaca uniGlas, no es costoso de producir ya que según detalló Glaubitt la capa especial sólo tiene un costo añadido de US$0,37 por metro cuadrado.