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Según un estudio desarrollado por la Universitat Politècnica de València (UPV), en España, encabezado por Juan Serra, profesor del Instituto de Restauración del Patrimonio, el color blanco ya no es el tono principal de la arquitectura moderna, aunque sigue teniendo relevancia.
En la actualidad, la paleta de tonos es muy amplia y, además, sus roles son importantes en el diseño contemporáneo. Así, en este giro, la arquitectura expresa versatilidad. “Gracias a su uso, las construcciones se transforman, se fragmentan, adquieren movimiento y novedad, cambiando su apariencia y percepción de un mismo edificio de una manera diferente”, señala el portal especializado www.arq.com.mx.
Luego de analizar la labor de arquitectos de los siglos 20 y 21, la investigación llegó “a la conclusión que hay cuatro conceptos que se pueden asociar con la versatilidad cromática: la transformación, la fragmentación, el movimiento y la novedad”, menciona la publicación digital.
