La tomas y pareciera que disminuye tu fatiga y el apetito, que te concentras mejor y te sientes eufórico… una vez que termina el efecto, la metanfetamina te presenta su verdadera cara.
La metanfetamina o cristal actúa directamente sobre la mente de quien la consume. A nivel bioquímico, hace que la comunicación neuronal se detenga y se alteran diversas funciones del organismo.
Otras afectaciones se presentan a nivel endocrino, esto es en las glándulas suprarrenales que están sobre los riñones, así como la tiroides, el hipotálamo y los órganos reproductores; explicó Ricardo Nanni Alvarado, director general adjunto de Programas y Políticas contra las Adicciones del Conadic.
Dijo que desde los primeros consumos una persona puede presentar alteraciones; y tras el uso continuo de la droga comienzan a presentarse trastornos afectivos, como depresión; alucinaciones, comportamientos psicóticos y degeneración neuronal y cerebral.
Precisó que otro factor que influye en el nivel de toxicidad es la calidad del producto que están consumiendo; esto es, cuanto más clandestino, probablemente sea más nocivo.
Para que una persona se rehabilite, requiere una atención integral, además del apoyo de su familia. Sin embargo, quedarían daños irreversibles.
“Las secuelas podrían ser un accidente cerebrovascular; alteraciones cardiacas; o problemas renales, pulmonares o hepáticos. De ahí, depende que una de las acciones en el área de la salud sea la prevención”, enfatizó.
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