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Por naturaleza a todas las mujeres nos gusta cuidar de la alimentación de nuestra familia; siempre estamos pensando en elegir la mejor opción cada vez que vamos al mercado por las compras. Los colores de la fruta y la verdura iluminan nuestra despensa, los olores abren el apetito al entrar a la cocina.
En esta ocasión hablaremos de los tan mencionados alimentos orgánicos, no son otra cosa que aquellos comestibles que no han sido roseados con pesticidas o inyectados con hormonas para aumentar su crecimiento, al no tener propiedades químicas son más saludables porque guardan sus nutrientes, su sabor es más intenso al conservar su frescura. Sin embargo, son más caros ya que al no acelerar su crecimiento se requiere esperar más tiempo y no son tan fáciles de encontrar.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, los productos orgánicos contienen más vitaminas y minerales; además contienen altos niveles de antioxidantes que sirven para prevenir el envejecimiento prematuro o incluso el cáncer.
Si la idea es cuidar el cuerpo y al planeta, cabe destacar que el riego es con agua natural y no tratada, este tipo de alimentación es para ustedes aunque como siempre la advertencia es para el bolsillo, pues un litro de leche de soya puede llegar a costar hasta 30 pesos; incluso el sabor es diferente tendrás que probar para saber si te agrada.
Cuatro alimentos orgánicos que debes comprar:
Carne: Es obligatorio si quieres optar por este estilo de vida porque proviene de animales que han crecido de manera natural.
Leche: Para producirla, las vacas fueron alimentadas con forraje sin fertilizantes. También hay quesos, helados y yogurt.
Huevos: Provienen de gallinas que fueron alimentadas sin hormonas, no importa si son huevos blancos o cafés.
Duraznos: Es la fruta con más riesgo de mantener los pesticidas, incluso aunque se les quite la cascara. Por eso es casi obligatorio comprar esta fruta en los productos orgánicos.
Es más común encontrar estos alimentos en las tiendas naturistas o en algunas cadenas de supermercados. No compren en exceso por primera vez si no les agrada el sabor harán crecer su huella en el desperdicio de comida.
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