Este análisis de las horas de sueño lo basamos en una investigación realizada en la Universidad de Pensilvania acerca de la relación del sueño y las calorías.
La conclusión de tal estudio fue que ciertos nutrientes podrían desempeñar un rol en la duración del sueño y que las personas que consumen una amplia variedad de alimentos (un indicador de una dieta saludable en general) tenían los patrones de sueño más sanos.
Averigua entonces qué tal está tu alimentación.
Sueño de siete a ocho horas: acostumbras una dieta muy variada, baja en cafeína y alcohol, lo que te permite gozar de buena salud. ¡Enhorabuena!
Duermes de cinco a seis horas: Consumes una dieta más o menos variada, pero baja en vitamina C, que contribuye a prevenir la destrucción de tiamina, la cual protege a las células ante los niveles elevados de glucosa; por lo cual tu inmunidad ante la cafeína, los aditivos y el alcohol -factores que alteran el sueño- es escasa. No obstante, tu dieta es alta en selenio, un mineral que se halla en los frutos secos, la carne y los mariscos, y de los nutrientes hallados en las verduras de hojas verdes (llamados luteína y zeaxantina), lo cual te ayuda a poder descansar. Vas por buen camino, pero come más naranja, kiwis, piñas, mango (¡vitamina C!).
Sueño menor de cinco horas: Mantienes un mayor consumo de carbohidratos saturados, lo cual se asocia con unos malos efectos de salud, el aumento de peso y la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Debes cuidar más de ti misma.
Sueño de nueve o más horas: Que duermas mucho también tiene sus contras. Seguro sueles consumir poco chocolate y cafeína, ambos con propiedades estimulantes, y una alta cantidad de colina (que se halla en los huevos y en las carnes grasas), lo cual es positivo porque es un nutriente que ayuda al adecuado funcionamiento del cerebro. Sin embargo, tu ingesta de alcohol puede estar siendo alta y tu variedad de nutrientes raquítica, lo cual puede tener consecuencias negativas en tu salud.
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