En el mundo, hay plantas que para sobrevivir han creado todo tipo de defensas peligrosas ya sea físicas o químicas, sin embargo, existe una planta que se ha vuelto famosa en los últimos años porque puede provocar el suicido en las personas.
La Dendrocnide moroides, mejor conocida como Gympie Gympie, o la «planta del suicidio”, es una de las plantas más peligrosas del mundo ya que el sólo hecho de entrar en contacto con alguna de sus hojas y ramas introduce en la piel una neurotoxina que produce un dolor progresivo y un fuerte ardor que puede durar días, semanas o meses.
La planta originaria de las selvas de Australia, en Indonesia y en las islas Molucas, provoca un dolor tan fuerte que en muchas ocasiones las víctimas puede llegar al suicidio para terminar con él.
Los primero reportes de suicidios por esta planta vienen de la Segunda Guerra Mundial cuando un grupo de soldados tropezaron con la planta sufriendo parálisis en las piernas no pudiendo combatir por lo que muchos de ellos se suicidaron al no poder resistir el dolor.
Incluso respirar los pelillos flotantes puede provocar estornudos, erupciones o sangrado de nariz.
De acuerdo con la entomóloga y ecologista Marina Hurley, el veneno del Gympie Gympie es comprado con “ser quemado con ácido hirviendo y electrocutado al mismo tiempo”.
Efectos del Gympie Gympie
Los especialistas afirmaron que al entrar en contacto con el veneno, lo primero que sentirás es una sensación de ardor muy intensa la cual aumentará durante la siguiente media hora volviéndose cada vez más dolorosa. Posteriormente las víctimas sentirán un fuerte dolor en las articulaciones, e incluso en algunos casos las axilas se pueden hinchar.
En casos severos, esto puede llevar a un shock o incluso a la muerte.
Gympie Gympie también provoca suicidios animales
Se sabe que muchos caballos han muerto a causa de rozar sus patas con el Gympie Gympie, o incluso saltado a una barranca para terminar con su dolor.
Sin embargo, algunos marsupiales y pájaros consumen sus hojas y frutos sin problema.
Tratamiento
Especialista en botánica han recomendando que en caso de tener contacto con la planta se aplique sobre la piel una solución de ácido hidroclórico (diluido 1:10 en el volumen) y posteriormente retirar los pelos mediante la depilación
Cabe destacar que nunca debe frotarse la piel tras la picadura porque los pelos se parten y se hace muy difícil eliminarlos.
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