Cada 28 de diciembre, la iglesia católica conmemora el Día de los Santos Inocentes, tiene como finalidad honrar la memoria de los niños asesinados bajo el mandato del Rey Herodes.
Tras el paso de los reyes magos, Herodes ordenó matar a todos los recién nacidos para evitar la sobrevivencia del mesías.
Años más tarde, se adoptó la costumbre de hacer bromas, gracias a los medios de comunicación, esta actividad creció tanto que se transformó en una tradición.